El Gobierno busca un pacto con la Vital para sacar la Ley de Cajas

Las cajas prefieren que los impositores ganen representación frente a los trabajadores

Las tres cajas vascas -BBK, Kutxa y Vital- van a empezar a explorar a fondo esta semana las posibilidades reales para pactar el nuevo marco que emana de la Ley Financiera. Una ley que quita poder a los fundadores -pasan del 54% al 50%- y se lo da a impositores y trabajadores- pasan del 46% al 50%-. El borrador del Gobierno no desagrada a la presidencia de las tres cajas, pero CC OO y el PSE intentarán que ese 4% vaya íntegro a los trabajadores. Un acuerdo con la Vital facilitaría el trámite parlamentario al garantizar,al menos, la abstención del PP.

El Gobierno vasco quiere una regulaci...

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Las tres cajas vascas -BBK, Kutxa y Vital- van a empezar a explorar a fondo esta semana las posibilidades reales para pactar el nuevo marco que emana de la Ley Financiera. Una ley que quita poder a los fundadores -pasan del 54% al 50%- y se lo da a impositores y trabajadores- pasan del 46% al 50%-. El borrador del Gobierno no desagrada a la presidencia de las tres cajas, pero CC OO y el PSE intentarán que ese 4% vaya íntegro a los trabajadores. Un acuerdo con la Vital facilitaría el trámite parlamentario al garantizar,al menos, la abstención del PP.

El Gobierno vasco quiere una regulación vía ley para evitar que cada Consejo de Administración establezca a su aire la equiparación de miembros de la Asamblea, la edad de los presidentes así como el número límite de los mandatos, o la introducción de las cuotas participativas. Pero para ser aprobada la modificación los partidos del Gobierno necesitan el apoyo del PP o del PSE. Un pacto con la Vital, controlada por las instituciones alavesas, gobernadas por el PP, facilitaría al menos la abstención de los populares en el debate plenario. La Diputación alavesa espera que esta misma semana o la siguiente les sea presentado el borrador del Gobierno para empezar a trabajar sobre él.

La actualización de la Ley de Cajas tiene cierta prisa porque ha de estar materializada antes de finales de mayo para cumplir con los requisitos de la ley estatal de noviembre de 2002. Los socialistas están más lejos de ese posible acuerdo, ya que coinciden con CC OO en que el 4% debrería ir a los trabajadores en vez de a los impositores.

Más peso en el consejo

El Gabinete de Ibarretxe es consciente de que una regulación desigual de cada una de las Cajas sería un obstáculo más al histórico proyecto del Gobierno de fusionar las cajas. Un proyecto al que no ha renunciado aunque de momento descanse sin fecha en algún cajón del departamento de Hacienda.

Si hasta ahora los fundadores, es decir ayuntamientos y diputaciones tenían el control de la Asamblea y del Consejo de Administración, la Ley Financiera aprobada en el Congreso de los Diputados obliga a los primeros a ceder el 4% al otro gran colectivo, el de impositores y trabajadores.

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El principal tema a resolver es el reparto de ese pequeño porcentaje para el que que el ejecutivo ofrece una solución salomónica, es decir repartirlo a partes iguales entre unos y otros.

Una fórmula que daría en principio más poder a los impositores al corresponderles otro miembro en el Consejo de Administración, mientras los trabajadores se quedarían sólo con un representante. Si el 4% va a parar directamente a los trabajadores, serían estos los que tendrían un consejero más, es decir dos.

La reforma de la actual Ley de Cajas era una previsión del Gobierno vasco. La incluyó en el calendario legislativo que diseñó en marzo de 2002 y lo presentó en comisión el día 26 de ese mismo mes.

Interferencia política

Técnicos de las tres tres instituciones de ahorro coinciden en que la adaptación de la ley debería ser un problema de fácil resolución en un país sin la crispación política de este.

Además la fórmula del Gobierno no desagrada a la dirección de las tres Cajas, pero el panorama político, aún más dificil desde el viernes, tras él inicio del trámite parlamentario de la proposición de ley de PNV y EA para cambiar el peso electoral de las comarcas alavesas y vizcaínas, podría tumbar la intención del Gobierno de sacarlo adelante en el Parlamento.

En principio la dirección de la Caja Vital no ve con malos ojos el reparto salomónico de los cuatro miembros de la asamblea para impositores y trabajadores, pero no acaba de aceptar una regulación específica para limitar los mandatos de los presidentes. La Vital también es partidaria de no regular de manera específica para el País Vasco las cuotas de participación y dejarlas tal y como están en la regulación básica, es decir la Ley Financiera. Aunque a las cajas no les gustan de manera especial este tipo de emisiones, la alavesa no ha descartado que en algún momento pueda hacer uso de ellas.

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