Los empresarios critican la "descoordinación" entre administraciones

Para el mundo económico, el primer reto de Cataluña es el inglés y el último, el empleo

El mundo económico y social catalán cree que el progreso de Cataluña puede verse lastrado por la "autocomplacencia", según las conclusiones de un año de trabajos orquestados por el Gobierno catalán para diagnosticar la situación de esta comunidad. Los empresarios opinan que el futuro se juega en que Cataluña emule a Holanda en conocimiento del inglés y en modernizar las infraestructuras. A este respecto, dicen que no todo es cuestión de dinero. La descoordinación entre administraciones también explica los retrasos, además de "generar inseguridad" en las multinacionales.

En febrero de 20...

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El mundo económico y social catalán cree que el progreso de Cataluña puede verse lastrado por la "autocomplacencia", según las conclusiones de un año de trabajos orquestados por el Gobierno catalán para diagnosticar la situación de esta comunidad. Los empresarios opinan que el futuro se juega en que Cataluña emule a Holanda en conocimiento del inglés y en modernizar las infraestructuras. A este respecto, dicen que no todo es cuestión de dinero. La descoordinación entre administraciones también explica los retrasos, además de "generar inseguridad" en las multinacionales.

En febrero de 2002, el conseller en cap, Artur Mas, quiso atajar las críticas por la pérdida de peso de Cataluña escuchando a todos, aunque a unos más que a otros.

A los trabajos del año transcurrido, en el que han resultado claves las aportaciones del Colegio de Economistas, no han sido del todo ajenos los secretarios generales en Cataluña de Comisiones Obreras, Joan Coscubiela, y de UGT, Josep Maria Álvarez; pero los sindicatos no han participado en la macroencuesta a fondo realizada a 94 personalidades relevantes de Cataluña, exclusivamente del mundo empresarial, a partir de las cuales se esboza un centenar largo de vagas propuestas. CC OO incluso difundió un comunicado aclarando la "profunda discrepancia" con el documento de conclusiones que cierra "una iniciativa, en principio, loable" y que ayer presentó Mas.

Del documento sorprenden dos datos. El empleo ocupa el último lugar entre las prioridades de los encuestados. No se cita ni el 5% de las veces, pese al goteo de cierres de plantas y al 6,6% de la población activa en paro. A la cola de los retos se sitúa también la reducida dimensión de las empresas catalanas, y sólo el 0,1% de ellas supera los 250 empleados.

Matemáticas en inglés

En el otro extremo, y con la caída en cadena de las academias de Opening, Brighton y Oxford English como paradójico telón de fondo, figura el reto de la formación, desenganchada además de las necesidades del mercado laboral. El inglés aparece como talón de Aquiles del sistema productivo catalán, porque influye en la internacionalización de las empresas y en la atracción de inversiones, sin olvidar su papel en la innovación. A ello aludieron los empresarios el 80% de las veces al responder a la encuesta durante 114 minutos. Una de las propuestas es incorporar a la enseñanza obligatoria asignaturas en inglés.

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Mas recogió el guante idiomático, tras subrayar que no tenía en las manos un saco de propuestas del propio Gobierno catalán y confesar que "discrepaba" de algunas cuestiones que prefirió no precisar. Asintió el conseller en cap cuando el profesor de Economía de la Pompeu Fabra José García Montalvo se hizo eco del peligro de la "autocomplacencia", pero Mas completó el mapa de riesgos con el "derrotismo".

Sobre el "cuello de botella a la competitividad" de las infraestructuras, citado en el 63,1% de los casos, Mas admitió que "existe un déficit", en un tono distinto al que utilizó hace dos meses en Sitges, para minimizar el problema, al referirse a que "en cinco o seis años" el debate estaría zanjado. Por este orden, la inquietud de los empresarios, de acuerdo en "el escaso interés del Estado en invertir en Cataluña" y que reclaman un plan a 20 años vista, se concentra en contar con un aeropuerto internacional, resolver la congestión en las carreteras y adoptar el ancho de vía europeo.

El documento critica la "insuficiente" coordinación entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, por su "incidencia negativa" en el desarrollo de las infraestructuras y por su "influencia" contra la instalación de multinacionales.

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