La Costa da Morte se desespera tras la incesante llegada de fuel

Hace 10 días que la principal mancha de fuel procedente del Prestige comenzó a desviarse hacia Francia, pero la Costa da Morte no ha dejado de recibir petróleo durante todo este tiempo. La llegada diaria de nuevas bolas de combustible ha sembrado la incertidumbre y la desesperación en municipios como Muxía, Carnota o Camariñas, donde los voluntarios siguen agachados sobre el chapapote y los alcaldes piden al Gobierno que no vuelva a darles la espalda.

Aunque la mayoría de los marineros piensa que este fuel procede aún de las dos primeras mareas negras sufridas por la Costa...

Hace 10 días que la principal mancha de fuel procedente del Prestige comenzó a desviarse hacia Francia, pero la Costa da Morte no ha dejado de recibir petróleo durante todo este tiempo. La llegada diaria de nuevas bolas de combustible ha sembrado la incertidumbre y la desesperación en municipios como Muxía, Carnota o Camariñas, donde los voluntarios siguen agachados sobre el chapapote y los alcaldes piden al Gobierno que no vuelva a darles la espalda.

Aunque la mayoría de los marineros piensa que este fuel procede aún de las dos primeras mareas negras sufridas por la Costa da Morte, la cofradía del municipio de Carnota aseguró ayer que sus pescadores han visto petróleo fresco -más negro y pestilente- en tres playas del municipio.

"Llevamos casi dos semanas recibiendo otra vez decenas de toneladas de fuel diarias. Las playas nunca están limpias. A finales de año llegó una nueva oleada, y pensamos que eran los restos de la mancha que se iba hacia Francia. Ahora parece que lo que viene es petróleo arrancado de las rocas por el mar, que luego lo estampa contra calas que ya se habían limpiado. El caso es que esto es una pesadilla. Seguimos limpiando y seguimos angustiados", afirma el alcalde de Carnota, Xosé Manuel García (BNG). Hay, sin embargo, otra teoría sobre el origen de este fuel. Marineros de la cofradía de Carnota aseguraron ayer que en los últimos tres días han recogido petróleo fresco en las playas de Susiños, Ardeleiro y Porto da Barca. Creen que procede de nuevos vertidos del Prestige, porque este chapapote es "más negro, brillante y de olor más fuerte".

Cuestión de tiempo

"En cualquier caso, si no es ahora será dentro de un mes. Es cuestión de tiempo. El barco está allí abajo, sigue echando petróleo al mar, y a nosotros seguro que nos toca también la próxima marea, como nos tocaron las dos primeras. Estamos a la espera", se lamenta García.

En otro municipio de la zona, Camariñas, un centenar de voluntarios hacía ayer frente a las últimas remesas de fuel. "Hace al menos 15 días que empezamos a notar que llegaba más chapapote, aunque mucho menos que en las primeras mareas. Y nos preguntamos: ¿Es fresco, de la última marea, de una nueva? Qué más da. Lo que importa es que, por lo que parece, nunca va a estar limpia la mar. Esto va para largo", cuenta con resignación Antonio Lista, patrón mayor de la cofradía.

Lista se inclina por pensar que el fuel vertido por el Prestige viene de acantilados próximos, que no se pudieron limpiar al principio y a los que ahora la fuerza del mar convierte en continuas fuentes de veneno. "Cuando se alejan de la costa y salen a alta mar a buscar chapapote, los marineros sólo encuentran manchas líquidas, como de aceite, pero no masas de petróleo negro", argumenta el patrón mayor de Camariñas.

El comité de seguimiento de la crisis que el Gobierno central tiene en A Coruña informó ayer por primera vez oficialmente de la entrada de "manchas irisadas con pequeños grumos procedentes de otras zonas de costas rocosas en Fisterra, Muxía, Canelle, Laxe, Baldallo y Caion.