Argentina rebaja el impuesto a la exportación de butano y propano

La medida beneficia a Repsol YPF, que sube un 4,4% en Bolsa

El Gobierno argentino decidió ayer rebajar del 20% al 5% los impuestos a la exportación de gases licuados de petróleo (GLP), principalmente butano y propano. La medida beneficia fundamentalmente a Repsol YPF, que exporta más de un 40% del total de las casi 620.000 toneladas que produce, y se añade a las supresiones de las retenciones a las exportaciones de crudo y gasolinas que el Ejecutivo ya autorizó. El valor de Repsol YPF avanzó ayer un 4,38% en Bolsa.

El anuncio de la reducción del impuesto a las exportaciones de GLP se enmarca dentro del acuerdo que el Gobierno del presidente Edua...

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El Gobierno argentino decidió ayer rebajar del 20% al 5% los impuestos a la exportación de gases licuados de petróleo (GLP), principalmente butano y propano. La medida beneficia fundamentalmente a Repsol YPF, que exporta más de un 40% del total de las casi 620.000 toneladas que produce, y se añade a las supresiones de las retenciones a las exportaciones de crudo y gasolinas que el Ejecutivo ya autorizó. El valor de Repsol YPF avanzó ayer un 4,38% en Bolsa.

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El anuncio de la reducción del impuesto a las exportaciones de GLP se enmarca dentro del acuerdo que el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde y el sector petrolero argentino habían alcanzado a mediados de junio pasado, durante el fin de semana del 15 y 16 de junio, para ser más precisos. El acuerdo ha impulsado a la acción de la petrolera hispano-argentina a revalorizarse ayer un 4,38% y un 15,5% en el último mes. El ascenso ha permitido a la petrolera restar un poco la abultada pérdida de valor de sus títulos en lo que va de año, que aún es de más del 24%.

El pacto de junio tiene tres pilares. En primer lugar, el Ejecutivo elimina las restricciones a las exportaciones de crudo y derivados. En segundo, rebaja el impuesto a las exportaciones de GLP, la medida que se anunció ayer. Y en tercero permite a las petroleras disponer del 70% de las divisas obtenidas por las ventas externas de sus productos. Repsol YPF facturó 21 millones de dólares en el primer semestre de este año por las ventas de GLP y 162 millones por las exportaciones de gasolinas. En Argentina la petrolera produce unas 620.000 toneladas (un 18% de las de todo el país) y exporta casi el 40% de esa cifra. La petrolera es la tercera del mundo en ventas de GLP con 3,7 millones de toneladas anuales. La totalidad de estas ventas, no sólo las de Argentina, representan entre un 3% y un 4% del resultado operativo del grupo (unos 300 millones de euros).

La clave del pacto

La rebaja del impuesto a las exportaciones de GLP es importante, pero más lo ha sido la libre disponibilidad del 70% de los ingresos por ventas. Para todo el sector petrolero argentino y, sobre todo, para Repsol YPF, la medida le permite disponer de dólares que alivian el problema de la devaluación del peso argentino, puesto que con divisa estadounidense puede hacer frente a sus obligaciones externas o puede conseguir una mejor refinanciación de ese endeudamiento. La deuda de Repsol YPF se redujo de 16.700 millones de euros a menos de 10.000 entre enero y junio pasado, debido fundamentalmente a la venta de un 23% de Gas Natural, y se prevé que se reduzca aún más tras la puesta en marcha de todas las medidas acordadas con Duhalde.

Si el Gobierno argentino hubiese impuesto una mayor restricción a la libre disposición de las divisas por parte de las petroleras, la medida hubiese tenido un efecto muy negativo en la industria petrolera argentina. La limitación al uso de las divisas no sólo hubiese supuesto para las empresas un grave riesgo de incumplimiento de sus obligaciones externas, sino también un gran obstáculo para obtener créditos fuera del país. Como consecuencia de esto, hubiesen caído la inversión, la producción y el empleo en el sector. Mientras, el Gobierno, que ya cuenta con pocos recursos al no tener crédito exterior, hubiese obtenido menores ingresos fiscales.

El Ejecutivo de Duhalde, no obstante, no cedió al reclamo del sector petrolero a cambio de nada. Cuando se suscribió el acuerdo, las compañías petroleras se comprometieron a garantizar el normal abastecimiento del gasóleo en Argentina. También a que los precios internos del gasóleo y de las gasolinas no superarán los precios que están en vigor en el Mercosur (área de libre comercio que integra a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Para el transporte de cargas y pasajeros está vigente un convenio que asegura un precio diferencial para el sector.

En el acuerdo también se recoge el compromiso de las empresas a no aumentar las tarifas de gas natural para los usuarios y la promesa de que durante el próximo invierno los productores tampoco incrementarán el precio del gas licuado. Añadido a esto, las compañías se comprometen a mantener el suministro para el mercado interno.

Respecto al mercado doméstico, las empresas energéticas están a la espera de que el Gobierno autorice un aumento de las tarifas. Ayer, el ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, confirmó que iba a haber un aumento de las tarifas, aunque precisó que el montante que el Gobierno prevé autorizar es bastante inferior del que han reclamado las compañías y que esos incrementos serían progresivos.

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