Arenas propone a Ibarretxe una reunión para abordar los traspasos a Euskadi

El ministro de Administraciones Públicas, que insistirá hoy, trata de 'estimular el diálogo'

El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, intentó ayer sin éxito comunicar con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con el objetivo de fijar una reunión para abordar el estado de los traspasos al País Vasco y la situación política. Arenas llamó por la mañana a Ibarretxe, pero el lehendakari asistía en ese momento a un acto en Fagor Electrodomésticos, en Vitoria, y Arenas no recibió respuesta durante el día. El ministro insistirá hoy porque su pretensión es 'tener la puerta abierta' con todos los presidentes autonómicos.

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El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, intentó ayer sin éxito comunicar con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con el objetivo de fijar una reunión para abordar el estado de los traspasos al País Vasco y la situación política. Arenas llamó por la mañana a Ibarretxe, pero el lehendakari asistía en ese momento a un acto en Fagor Electrodomésticos, en Vitoria, y Arenas no recibió respuesta durante el día. El ministro insistirá hoy porque su pretensión es 'tener la puerta abierta' con todos los presidentes autonómicos.

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El nuevo ministro de Administraciones Públicas sitúa su comunicación con el lehendakari dentro de la ronda de contactos que ha abierto con todos los presidentes autonómicos, con cuya mayoría ya ha hablado telefónicamente, entre ellos el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Su objetivo es fijar una fecha de entrevista con todos ellos en las próximas semanas.

Arenas, tras su entrada en el Ministerio de Administraciones Públicas, pretende abrir una nueva fase de diálogo con los presidentes de comunidades, tras el acuerdo sobre la financiación autonómica, cerrado el pasado año. Desde entonces, las relaciones del Gobierno con las autonomías se habían paralizado de forma clara y se habían planteado en clave de conflicto, tras la decisión de José María Aznar de bloquear la reforma del Senado y la reclamación autonómica de participación de las comunidades en la Unión Europea.

Respecto al País Vasco, el nuevo ministro señalaba ayer que el diálogo será una 'herramienta permanente' para su departamento. Arenas tratará de cumplir el compromiso alcanzado por el PP y PSOE en el debate sobre el estado de la nación de mantener la firmeza en la defensa de la Constitución y el Estatuto y estimular el diálogo con el Ejecutivo de Ibarretxe.

Fracaso rotundo

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En lo que va de legislatura hubo mucha correspondencia cruzada sobre traspasos de competencias, pero sólo hubo un encuentro entre el entonces ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, y la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, en abril, que se zanjó con un fracaso rotundo.

La estrategia del Ministerio de Administraciones Públicas sobre el País Vasco va a combinar la firmeza en los principios, con un rechazo a las posiciones soberanistas mantenidas por el Gobierno vasco en el dictamen aprobado por el Parlamento vasco la pasada semana, con el diálogo sobre el desarrollo del Estatuto de Gernika. Administraciones Públicas sostiene que sólo restan siete competencias por traspasar al País Vasco mientras que el Gobierno vasco señala que son 37.

Ibarretxe, que ayer no respondió a la llamada de Arenas, alberga pocas esperanzas respecto a un cambio significativo en la actitud del Gobierno central sobre el desarrollo del Estatuto vasco y el traspaso de competencias. 'Podría decirse que estamos expectantemente pesimistas', señaló a este periódico un portavoz de Ajuria Enea.

El lehendakari se expresó ayer mismo en términos muy duros en una entrevista a Radio Euskadi. 'Ya está bien de tomaduras de pelo, no se puede aceptar ni un minuto más que el PP y el PSOE nos vendan burras después de 23 años', dijo. También se mostró quejoso de haber sabido por los medios de comunicación de la intención de Arenas de telefonearle para concertar un encuentro.

E ironizó sobre ese comportamiento, que consideró uno de los 'magníficos ejercicios de diálogo del Gobierno'. Ibarretxe mantuvo su firmeza a la hora de rechazar cualquier papel del Gobierno central, el Congreso o los dos grandes partidos nacionales en la definición del autogobierno vasco. Éste, afirmó, se decide en el Parlamento vasco, cuya autoridad colocó por encima de cualquier otra.

Ibarretxe aseguró sentirse respaldado por 'la inmensa mayoría' de la sociedad vasca e insistió en varias ocasiones en que sus planteamientos y el dictamen aprobado el viernes en la Cámara vasca tiene el apoyo del 60% de la representación parlamentaria. Los partidos del Gobierno, PNV, EA e IU, son el 48% frente al 42% de PP y PSE, que rechazaron la resolución. Sólo si sumara el 9% que tiene Batasuna su apoyo real se acercaría, con el 57%, al porcentaje que esgrimió. Ibarretxe dijo también que el dictamen ya no es sólo de los partidos que votaron a su favor, sino de la Cámara como tal y, por tanto, de la sociedad vasca. Al hilo de esta argumentación, advirtió al PP y al PSOE contra la tentación de pretender colocar esa voluntad 'en segundo orden'.

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