La inversión española en el exterior cayó un 86% en 2001, según la OCDE

En el conjunto de la organización la disminución fue más de la mitad

La inversión española en el extranjero cayó un 86% en 2001 y provocó el retroceso de España del sexto puesto en la clasificación mundial de inversones al decimocuarto entre los países de la OCDE y al decimosexto si se tienen en cuenta a otras potencias que no son miembros de esa organización. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico publicó el miércoles un avance de su informe anual sobre las inversiones directas en el mundo que revela una caída del 56% de esos flujos, pero mucho más acentuada en España.

España ocupó dos años sucesivos (1999 y 2000) el sexto puesto entre lo...

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La inversión española en el extranjero cayó un 86% en 2001 y provocó el retroceso de España del sexto puesto en la clasificación mundial de inversones al decimocuarto entre los países de la OCDE y al decimosexto si se tienen en cuenta a otras potencias que no son miembros de esa organización. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico publicó el miércoles un avance de su informe anual sobre las inversiones directas en el mundo que revela una caída del 56% de esos flujos, pero mucho más acentuada en España.

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España ocupó dos años sucesivos (1999 y 2000) el sexto puesto entre los principales países inversores sólo precedido por el Reino Unido, EE UU, Francia, Alemania y los Países Bajos y muy por delante de otros, como Japón y Holanda, con economías más poderosas que la española.

En el año 2000, las empresas españolas invirtieron, mediante fusiones o adquisiciones, el equivalente de 60.300 millones de dólares, sobre todo en América Latina y Europa, prácticamente duplicando la cifra alcanzada el año anterior (34.700 millones).

En 2001 esa cantidad cayó un 86% y se elevó tan solo a 8.500 millones de dólares. España era adelantada por 13 países de la OCDE, algunos con mucho menos peso económico como Suecia o Australia, y por dos (Singapur y Bermudas) que no pertenecen a la organización. En el primer semestre del año las estimaciones de la OCDE apuntan a que la inversión española habría alcanzado los 5.200 millones.

El cálculo de los flujos de capitales que lleva a cabo la organización internacional con sede en París difiere del de la Secretaría de Estado de Comercio, que, en abril pasado, señaló que la reducción de la inversión neta fue de tan sólo un 34,13%, achacable, en buena medida, a la menor atracción que ejercía Latinoamérica azotada por la crisis de Argentina.

Pausa empresarial

Éste es el principal factor que explica, en opinión de los expertos, el recorte, por las empresas, de sus compras fuera de España. También señalan los analistas que, tras dos años de fuerte internacionalización, las compañías españolas marcan una pausa.

El conjunto de los países de la OCDE invirtieron 573.300 millones de dólares más allá de sus fronteras en 2001, una cantidad inferior en un 56% a la del año anterior. EE UU recuperó su liderazgo como inversor, seguido por el Reino Unido, Alemania, Francia, Australia y los Países Bajos. A lo largo de los seis primeros meses la tendencia bajista se mantiene.

El año 2000 fue el año récord para la inversión mundial, que alcanzó 1,115 billones de dólares. Ese cenit se logró, según la OCDE, a causa de 'una aparente sobrevaloración de los mercados bursátiles, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones y tecnologías avanzadas', así como por las múltiples privatizaciones de empresas públicas.

A lo largo del año pasado, los Estados de la OCDE recibieron también la mitad de la inversión directa, 636.300 millones de dólares, que habían logrado atraer en 2002. Con 9.700 millones de dólares, España vio cómo la inversión que obtuvo se dividía por 2,5 con relación a 2000. Entre los países de la OCDE, España ocupa el puesto decimosexto como receptor de inversión, detras de países con mercados más pequeños como Austria, Bélgica, Corea, Suecia o Suiza.

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