CRISIS EN LOS MERCADOS FINANCIEROS

Las dudas sobre la economía hunden las bolsas europeas

Madrid marca su tercer mínimo anual consecutivo al perder el índice Ibex otro 2,31%

Las bolsas europeas vivieron ayer un día aciago en el que la fuerte presión vendedora causó en algunos momentos un cierto pánico. La crisis en el sector de las telecomunicaciones y la incertidumbre sobre la recuperación económica en todo el mundo se han conjuntado para meter a los mercados financieros en una espiral descendente. Los principales índices europeos sufrieron cuantiosas pérdidas: el Ibex 35 español cayó un 2,31%; París se dejó un 2,89%; Londres, un 2,96%, y Francfort, el 3,72%. Las grandes compañías telefónicas europeas sufrieron un descalabro. Telefónica perdió casi un 2%.

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Las bolsas europeas vivieron ayer un día aciago en el que la fuerte presión vendedora causó en algunos momentos un cierto pánico. La crisis en el sector de las telecomunicaciones y la incertidumbre sobre la recuperación económica en todo el mundo se han conjuntado para meter a los mercados financieros en una espiral descendente. Los principales índices europeos sufrieron cuantiosas pérdidas: el Ibex 35 español cayó un 2,31%; París se dejó un 2,89%; Londres, un 2,96%, y Francfort, el 3,72%. Las grandes compañías telefónicas europeas sufrieron un descalabro. Telefónica perdió casi un 2%.

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En general, las bolsas europeas han acumulado en las dos últimas semanas caídas que superan el 10% como consecuencia del agravamiento de la crisis en el sector de las telecomunicaciones, la extensión de la crisis en Latinoamérica y una enorme desconfianza en la recuperación de la economía a medio plazo. Las tensiones internacionales no ayudan a calmar los ánimos.

'Los riesgos geopolíticos pesan como una losa sobre los mercados', declaró a la agencia Bloomberg Leo Grohowski, jefe de operaciones de Deutsche Bank en EE UU. 'Eso, más la desconfianza en los resultados que se publican, las dudas sobre la transparencia de las auditoras y la falta de confianza en el gobierno de las empresas está hundiendo las cotizaciones'.

La profunda crisis en el sector europeo de las telecomunicaciones, en el que empiezan a producirse algunas suspensiones de pagos, ha sido el catalizador de la reciente caída de los mercados de valores. Pero no ha sido sólo la telefonía, los medios de comunicación y las tecnológicas las empresas que han arrastrado a los índices a una de las peores rachas que se recuerdan.

El Ibex 35 ha caído en esta semana el 4,71% y acumula un descenso del 10,34% en dos semanas. La evolución del resto de los mercados europeos ha sido similar, con una pérdida semanal en París del 4,41% y del 10,10% en dos semanas. Francfort cedía el 6,64% en esta semana y el 10,68% desde finales de mayo. Londres bajaba el 5,89% en esta semana y el 8,93% en las dos últimas.

Aunque los analistas apuntan hacia las tecnológicas como las causantes de este descalabro, el conjunto del mercado se ha visto arrastrado por el temor de los inversores a una situación que se les va de las manos y en la que las empresas no van a poder cumplir con los beneficios prometidos a final de año, debido a la debilidad de la recuperación económica.

'Nadie quiere comprometerse hasta ver cómo evolucionan las cosas', según declaró Keith Janecek, uno de los directores de Legg Mason, a la agencia Reuters.

La larga duración de la crisis argentina, con la constante devaluación del peso y sus consecuencias en las cuentas de las grandes empresas españolas, se ha visto agravada en los últimos días por los primeros síntomas de contagio en Brasil. En cualquier caso, los problemas con el tipo de cambio del real brasileño y algunas cuestiones con la deuda pública han llevado a pensar a los inversores que el agujero provocado por la crisis argentina en las grandes empresas españolas bien pudiera duplicarse si las cosas siguen por este camino.

La solución ha sido la venta indiscriminada de acciones, sobre todo porque a nivel internacional se está produciendo una nueva crisis de confianza de consecuencias incalculables.

Si la crisis latinoamericana puede tener consecuencias limitadas, al menos a nivel empresarial, las perspectivas de crecimiento en la UE han sumado grados al problema. El BCE no es nada optimista sobre la situación económica a corto plazo y lo más reseñable de su último informe es la seguridad en el crecimiento medio de la inflación para este ejercicio, lo cual ha levantado numerosas sospechas sobre la posibilidad de alguna subida de los tipos de interés.

Los numerosos escándalos que afectan a la gestión de empresas estadounidenses, unidos a la tensión cotidiana provocada por la constante amenaza de atentados, no ofrecen el mejor ambiente para pensar en invertir. Si a esto se le añade el irregular ritmo de la recuperación económica, es fácil entender el deterioro de los mercados.

La Bolsa de Nueva York acumulaba a media tarde del viernes una caída de más del 2% en esta semana y de casi el 6% en las dos últimas.

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