Kirch afronta una semana clave para evitar la quiebra del grupo

Las empresas precisan 200 millones de euros de forma inmediata

Esta semana será decisiva para el plan que precisa Kirch Media (6.500 millones de euros de deuda) para evitar la quiebra. Mañana se reanuda la negociación entre los bancos acreedores y los socios de Kirch entre los que destacan Rupert Murdoch, con News Corp. (2,48%) y Silvio Berlusconi, a través del consorcio Mediaset (4,96%). En Alemania, el papel del italiano Berlusconi en la crisis ha desatado las críticas.

El negocio mediático de Kirch, que arrastra una deuda total de 6.500 millones de euros, precisa una inyección de capital inmediata cercana a los 200 millones de euros para mantene...

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Esta semana será decisiva para el plan que precisa Kirch Media (6.500 millones de euros de deuda) para evitar la quiebra. Mañana se reanuda la negociación entre los bancos acreedores y los socios de Kirch entre los que destacan Rupert Murdoch, con News Corp. (2,48%) y Silvio Berlusconi, a través del consorcio Mediaset (4,96%). En Alemania, el papel del italiano Berlusconi en la crisis ha desatado las críticas.

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El negocio mediático de Kirch, que arrastra una deuda total de 6.500 millones de euros, precisa una inyección de capital inmediata cercana a los 200 millones de euros para mantenerse a flote en las próximas seis semanas y los bancos acreedores exigen ahora a los socios que el martes presenten un plan viable de saneamiento.

Según The Financial Times, Rupert Murdoch organizará esta semana en Los Ángeles (EE UU ) una reunión entre responsables de British Sky Broadcasting (empresa controlada por él y propietaria de un 22% de Premiere, el canal de pago del Grupo Kirch) y representantes de los socios y de los bancos acreedores de Kirch Media. El objetivo del encuentro será buscar soluciones a las pérdidas millonarias de Premiere.

Recuperar el dinero

BSkyB tiene el próximo otoño la opción de exigir al Grupo 1.700 millones de euros por su participación en Premiere y, por el momento, ha demostrado más interés por recuperar el dinero que por negociar para hacerse con el control del canal alemán de pago.

En la agenda de los próximos días también figura una renegociación de los contratos del Grupo Kirch con los estudios cinematográficos de Hollywood. La cantidad adeudada por la compra de derechos cinematográficos para el canal Premiere ronda los 400 millones de euros. 100 de esos millones deberían haberse pagado a los Estudios Columbia ya la semana pasada y ahora está en marcha la negociación de una prórroga.

La editorial Axel Springel también podría jugar un papel importante en las negociaciones. Uno de los desencadenantes de la crisis en el Grupo Kirch fue su anuncio de que haría efectiva la opción de exigir 767 millones de euros por el 11,5 % que posee en ProSiebenSAT.1, filial de Kirch Media.

El Grupo Kirch ha puesto en duda la legalidad de esa opción y Springer ha asegurado que no tiene intención de renunciar a ella. Fuentes próximas a las negociaciones aseguran que Springer podría aprovechar la ocasión para aumentar su participación en la rentable sociedad televisiva privada ProSiebenSAT1 Media cuyo 52% pertenece ahora al Grupo Kirch.

La obligación de pagar a Springer vence el próximo 30 de abril y según portavoces de la empresa, si antes de esa fecha no se llega a un acuerdo, la editorial presentará una demanda contra el Grupo.

Mientras, cada vez son más los políticos que recelan ante la probable entrada del italiano Silvio Berlusconi, primer ministro del Gobierno, en los medios privados de comunicación alemanes.

Críticas

Al canciller alemán Gerhard Schröder, que el jueves calificó esa entrada de 'problemática', y al jefe de Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, que la definió como 'monstruosa', se han unido el presente fin de semana las expresiones de preocupación de Herta Däubler-Gmelin, ministra de justicia, de Fritz Kuhn, jefe del Partido Verde y de Cornelia Pieper, secretaria general de los liberales.

Todos ellos se han mostrado alarmados por el hecho de que el jefe de Gobierno de un país vecino pueda llegar a influir en los medios alemanes de comunicación. Berlusconi, por su parte, considera que las alarmas son injustificadas, pues asegura mantenerse apartado de la dirección de su consorcio Mediaset desde el año 1994.

Respecto a la salida de la crisis, el empresario Leo Kirch, de 75 años, ha sido rotunto. 'Me da igual si un grupo de pigmeos gestiona mi empresa', afirmó la pasada semana. Kirch reclama 150 millones de euros para dejar el control del grupo e insiste en retener algunos activos, como los derechos de retransmisión del campeonato Mundial de Fútbol 2002.

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