La nueva ley sólo obliga a Berlusconi a dejar la presidencia del Milan

El Parlamento italiano aprueba la norma sobre conflicto de intereses

La ley que regulará el conflicto de intereses del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dueño, entre otras cosas, de tres cadenas privadas de televisión, fue aprobada ayer en la Cámara de Diputados, con 308 votos a favor y 2 abstenciones. Un resultado sin sorpresas, porque en la votación sólo participó la coalición de Gobierno, ya que los diputados de la oposición habían abandonado antes la sala.

Los diputados de la oposición abuchearon sonoramente el resultado en la calle. El aspecto más llamativo de la ley es que no considera incompatible la 'mera propiedad de empresas' con el ...

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La ley que regulará el conflicto de intereses del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dueño, entre otras cosas, de tres cadenas privadas de televisión, fue aprobada ayer en la Cámara de Diputados, con 308 votos a favor y 2 abstenciones. Un resultado sin sorpresas, porque en la votación sólo participó la coalición de Gobierno, ya que los diputados de la oposición habían abandonado antes la sala.

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Los diputados de la oposición abuchearon sonoramente el resultado en la calle. El aspecto más llamativo de la ley es que no considera incompatible la 'mera propiedad de empresas' con el ejercicio del gobierno, sino el asumir en ellas cargos administrativos u honoríficos. Para no infligirla, Berlusconi sólo tendrá que abandonar la presidencia honoraria del Milan, el club de fútbol que posee.

Il Cavaliere no se encontraba ayer en la Cámara baja, pero desde Budapest, donde asistía a una reunión, juzgó 'razonable' el texto y amonestó a la oposición. 'Deben aprender un poco de democracia', dijo, aludiendo al grado de exasperación que ha caracterizado los debates de la nueva ley, aún pendiente de ratificación por el Senado. Por su parte, el líder del Olivo, Francesco Rutelli, explicó el abandono de la sala de sus diputados como la respuesta adecuada a una 'ley-estafa' que, dijo, 'no estamos dispuestos a legitimar'.

La coalición de centro-izquierda, acusada por sus bases de no haber hecho una oposición firme y determinada y de no haber aprobado en su momento una legislación que impidiera al hombre más rico de Italia llegar a la presidencia del Gobierno, intenta ahora dar la batalla sobre la nueva ley. Los líderes de la coalición han convocado una manifestación en 'defensa de la democracia' para el sábado.

La sesión parlamentaria, trasmitida en directo por la RAI, estuvo repleta de enfrentamientos entre diputados del Gobierno y de la oposición, aunque no alcanzó los niveles de agresividad, casi física, que se registraron el miércoles, cuando se aprobó el artículo 2, que fija las incompatibilidades, verdadero núcleo duro de la ley, denominado por el centro-izquierda artículo 'salva-Berlusconi'.

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El portavoz de Forza Italia, Michele Saponara, declaró que Il Cavaliere triunfó aplastantemente y no contestó a las acusaciones del portavoz del partido de los Demócratas de Izquierda (DI), Luciano Violante. Exasperado por la constante mención al triunfo electoral de Berlusconi para legitimar las decisiones de su Gobierno, Violante recordó que hay un 'precedente en Europa de un dictador elegido democráticamente', aludiendo a Hitler.

La nueva ley, que Fabio Mussi (DII) ha sintetizado sarcásticamente como una ley perfecta porque 'disuelve el conflicto y deja intactos los intereses', fija los casos de incompatibilidad para ejercer cargos públicos y de gobierno, y obliga a los miembros del Parlamento a declarar la totalidad de sus bienes antes de acceder al mismo. La autoridad que vigila la competencia es la encargada de supervisar que las acciones de gobierno no caigan en un conflicto de intereses, que se produce cuando las decisiones de uno de sus miembros se traducen en beneficio para su patrimonio o el de sus directos familiares, perjudicando a la colectividad. La autoridad no puede castigar, aunque sí sugerir al Parlamento la sanción por infracción a la ley.

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