Caos informático en Ciencia y Tecnología

El ministerio se ve obligado a prorrogar el plazo de los proyectos de investigación por el fallo de su sistema de Internet

La comunidad científica española está sufriendo estos días en sus propias carnes la peor cara de la informática, al intentar hacer gestiones administrativas por Internet y chocar contra un programa informático que no funciona. Y eso que los científicos están acostumbrados a lidiar con ordenadores y que, en este caso, la gestión pretendida es de importancia vital para ellos, ya que se trata de la solicitud de proyectos del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico.

La causa de la pintoresca, y no por ello menos grave, situación está en el Ministerio de Ciencia y ...

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La comunidad científica española está sufriendo estos días en sus propias carnes la peor cara de la informática, al intentar hacer gestiones administrativas por Internet y chocar contra un programa informático que no funciona. Y eso que los científicos están acostumbrados a lidiar con ordenadores y que, en este caso, la gestión pretendida es de importancia vital para ellos, ya que se trata de la solicitud de proyectos del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico.

La causa de la pintoresca, y no por ello menos grave, situación está en el Ministerio de Ciencia y Tecnología (CyT). Tres semanas de problemas en las solicitudes de becas y proyectos, de parches y modificaciones en el sistema informático, desembocaron hace dos días en el colapso total del ordenador del ministerio, la consiguiente interrupción del servicio con un Disculpen las molestias, y con prórroga del plazo de presentación de solicitudes, que no se ha fijado pero que será de 'unos 15 días', según CyT.

'El sistema ha funcionado fatal, ayer [martes] cascó del todo y apareció un mensaje diciendo que estaba estropeado', se quejaba un profesor de Físicas de la Universidad Complutense. 'La gente esta cabreadísima', añadió.

Este año, por primera vez, CyT ha impuesto un nuevo procedimiento obligatorio para presentar proyectos del Plan Nacional, en un plazo que se abrió el pasado 28 de enero y debía concluir el 28 de febrero. El trámite consiste en formular una preinscripción con todos los datos on-line, es decir, conectándose por Internet a un ordenador del ministerio, lo que no evita la presentación posterior de todos los papeles.

Los científicos empezaron a cumplir el requisito y el programa informático comenzó a fallar: no imprimía los datos, hacía cálculos equivocados o generaba un total cero euros en la cantidad solicitada, aparecían apartados incorrectos, etcétera. 'El sistema ha tenido algunas deficiencias, y se han ido haciendo mejoras', dijo una portavoz de CyT. Mientras, para desesperación de los científicos, iba corriendo el plazo.

El ministerio se escudaba ayer en 'una avalancha' de solicitudes. ¿Cuántas? 'En 2001 fueron unas 5.000 y este año se esperan otras tantas'. Pero la avalancha era previsible, ya que las universidades y el CSIC, que dan el visto bueno a las propuestas, habían puesto su plazo en torno al 20 de febrero. Poco antes falló del todo el sistema informático. 'Es cuestión de horas, estamos cambiando a un servidor mayor', dijo ayer el ministerio.

'Ha habido numerosas protestas de vicerrectores, infinitas llamadas telefónicas y correos electrónicos de investigadores atascados-desesperados', resume Jaime Lissavetzky, diputado del PSOE, que pronosticó y solicitó una ampliación del plazo el pasado día 14. 'La presentación telemática era la joya de la convocatoria [del Plan Nacional 2002], por imagen de modernidad del ministerio de CyT (Caos y Tam-tam) y como remedio mágico a la lentitud burocrática en la resolución. En la práctica es un fracaso más de la informática del ministerio', dice.

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