La OCDE pide a Japón reformas estructurales para salir de la crisis

La economía de Japón mantendrá su debilidad mientras el Gobierno no consiga poner en marcha reformas estructurales para sacar al país del peor bache con que se ha topado desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo cree la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), que agrupa a los países desarrollados, en su último informe. 'Tras una década de oportunidades perdidas, es urgente que Japón avance fundamentalmente con reformas económicas estructurales', advierte la OCDE.

La organización prevé para este año un crecimiento negativo del 0,75% y en 2002 la caída alcanzará e...

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La economía de Japón mantendrá su debilidad mientras el Gobierno no consiga poner en marcha reformas estructurales para sacar al país del peor bache con que se ha topado desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo cree la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), que agrupa a los países desarrollados, en su último informe. 'Tras una década de oportunidades perdidas, es urgente que Japón avance fundamentalmente con reformas económicas estructurales', advierte la OCDE.

La organización prevé para este año un crecimiento negativo del 0,75% y en 2002 la caída alcanzará el 1%. Para 2003, lo mejor que puede esperar Japón es una anémica subida del 0,75% en su producto interior bruto. 'Aunque se esperaba una caída, la desaceleración ha sido increíblemente rápida', argumenta la OCDE.

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El problema más grave es la existencia de préstamos desfavorables que debilitan al sector bancario. La organización avisa del riesgo que supone que los bancos se vean obligados a informar de fuertes pérdidas en los mercados debido a la caída del índice Nikkei, el más representativo de la Bolsa de Tokio.

Endeudamiento público

La abultada deuda pública que soporta Japón -la mayor de todos los países miembros de la OCDE- supone también una grave dificultad para el futuro del país. El informe señala que la economía nipona deberá registrar un superávit del 4% en sus presupuestos para estabilizarse.

El incierto panorama japonés ha hecho reaccionar a las agencias de calificación de deuda. La última ha sido Moody's, que ha rebajado el nivel de los bonos gubernamentales, aunque ha mantenido los internacionales. La agencia considera que hay pocas esperanzas de que Japón se recupere rápido, independientemente de las políticas que adopte el Gobierno para reflotar el país. La inversión extranjera cayó un 18,7% en la primera mitad del año al huir los inversores del turbulento sector financiero.

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