Elecciones en Galicia

El 90% de las inversiones de la Xunta pactadas por convenio se destinaron a alcaldías del PP

Los populares gobiernan al 66% de la población

La Xunta de Galicia destina a los ayuntamientos dirigidos por alcaldes del Partido Popular prácticamente el 90% de las inversiones que se negocian por convenio entre el Gobierno de Manuel Fraga y los municipios. O al menos, así lo hizo durante los años 1998 y 1999, según datos oficiales entregados por la propia Xunta al Consello de Contas, el tribunal que fiscaliza las cuentas públicas de esta comunidad autónoma.

El sistema de convenio, mediante el cual se distribuyen gran parte de las inversiones que la Xunta destina a los ayuntamientos, escapa a todo tipo de control, puesto que se lim...

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La Xunta de Galicia destina a los ayuntamientos dirigidos por alcaldes del Partido Popular prácticamente el 90% de las inversiones que se negocian por convenio entre el Gobierno de Manuel Fraga y los municipios. O al menos, así lo hizo durante los años 1998 y 1999, según datos oficiales entregados por la propia Xunta al Consello de Contas, el tribunal que fiscaliza las cuentas públicas de esta comunidad autónoma.

El sistema de convenio, mediante el cual se distribuyen gran parte de las inversiones que la Xunta destina a los ayuntamientos, escapa a todo tipo de control, puesto que se limita a un acuerdo firmado entre el consejero de turno y el propio alcalde.

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Los datos que la Xunta ha entregado al tribunal fiscalizador no dejan lugar a dudas: de los 21.143 millones que se repartieron mediante este sistema en los dos años mencionados, 18.994 fueron a parar a ayuntamientos gobernados por el partido de Fraga. Esto es, un 89,8% del total. En esos dos años, los municipios controlados por el PP suponían el 66,7% de la población gallega. El PSdeG regía entonces la vida municipal del 24,8% de los gallegos, pero sus alcaldes sólo recibieron un 7,1% de las inversiones de la Xunta (1.510 millones), mientras que a los regidores del BNG, que entonces gobernaba sobre el 3,5% de los gallegos, se le adjudicaron 415 millones (el 2%). Tras las últimas elecciones municipales de 1999, el PSOE y el BNG avanzaron notablemente en las ciudades y hoy gobiernan entre ambos al 51% de la población.

Casi la mitad de las inversiones negociadas municipio a municipio partieron de la Consejería de Política Territorial, Obras Públicas y Urbanismo. Y este departamento es precisamente uno de los que más favorece a los alcaldes del PP, que acapararon hasta el 95% de las inversiones de esa consejería, que dirige Xosé Cuiña, uno de los aspirantes a suceder a Fraga. Los alcaldes populares recibieron de Política Territorial 10.446 millones, mientras los socialistas tuvieron que conformarse con 481 (el 4,4%) y el BNG sólo 33 (el 0,3%). En otras consejerías, como Sanidad, Familia o Industria, el porcentaje de inversiones recibidas por los municipios del PP también supera el 90%. Hay algunos departamentos con menor inversión, como Justicia o Agricultura, donde los alcaldes populares acaparan casi el 100% de los convenios.

La discrecionalidad de la Xunta con el método de reparto del gasto mediante convenios es total. Hay otras fórmulas para financiar obras que sí están sometidas a reglas fijas, como el Fondo de Cooperación Local, destinado a localidades con menos de 50.000 habitantes, cuyo presupuesto es mucho menor (unos 4.000 millones anuales).

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Los datos sobre el reparto de los fondos para municipios mediante convenios fueron remitidos por la Xunta al Consello de Contas para su informe anual sobre los ejercicios de 1998 y 1999. Según fuentes próximas a ese organismo, el estudio sobre las inversiones en municipios fue uno de los motivos de que la mayoría de los miembros del Consello, designados por el Parlamento autónomo a propuesta del PP, decidiese bloquear hasta después de las elecciones la difusión de la última auditoría de la institución, correspondiente a las cuentas de 1998. El organismo fiscalizador gallego es el único de todas las autonomías que aún no ha remitido al Tribunal de Cuentas del Estado su informe sobre el presupuesto de 1998.

La Xunta no quiso ayer hacer comentarios sobre estos datos ya que alegó que el Consello de Contas no los ha remitido oficialmente al Parlamento. Un portavoz insistió en que la Xunta 'no discrimina' a ninguna localidad por el color político de su alcalde y puso como ejemplo las buenas relaciones del Gobierno de Fraga con Santiago o A Coruña, gobernados por el PSOE.

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