CELEBRACIÓN DEL ONZE DE SETEMBRE

Churchill y los radicales en el Fossar de les Moreres

Poco se hubiera imaginado Winston Churchill que acabaría haciendo fortuna entre los independentistas radicales catalanes. 'La lucha por la liberación nacional de Cataluña precisa sangre, sudor y lágrimas', dijo el orador de un grupo radical ayer en el Fossar de les Moreres, parafraseando la más famosa expresión en la II Guerra Mundial del político. Un conservador veterano, que de joven se batió como teniente de lanceros contra los derviches nacionalistas del califa Abdalá en las suaves colinas de Omdurman, frente a Jartum.

Todo ese viaje por la historia sew vivió en el acto de commemor...

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Poco se hubiera imaginado Winston Churchill que acabaría haciendo fortuna entre los independentistas radicales catalanes. 'La lucha por la liberación nacional de Cataluña precisa sangre, sudor y lágrimas', dijo el orador de un grupo radical ayer en el Fossar de les Moreres, parafraseando la más famosa expresión en la II Guerra Mundial del político. Un conservador veterano, que de joven se batió como teniente de lanceros contra los derviches nacionalistas del califa Abdalá en las suaves colinas de Omdurman, frente a Jartum.

Todo ese viaje por la historia sew vivió en el acto de commemoración de la Diada organizado por el llamado Procés de Vinaròs, en la cara norte de Santa Maria del Mar, junto a la Rambla del Born. En el mitin no quedó títere con cabeza. Los convergentes fueron acusados de traicionar a Cataluña con sus 'amiguitos del PP'; los socialistas fueron tachados de 'chorizos'; los populares, de 'franquistas', y los de Esquerra Republicana -a juzgar por los silbidos- debían de ser los peores. Joseba Eguibar, portavoz del Partido Nacionalista Vasco y mano derecha de Xabier Arzalluz, y Jordi Martí, diputado de CiU en el Congreso, atravesaron la Rambla del Born de incógnito y a pie, en medio del fuego, camino de la recepción del Parlament.

Era el mitin de una de las corrientes nacionalistas radicales articulada en torno al colectivo Endavant. Los aplausos se los llevaron las denuncias de 'la represión de los Estados español y francés', y las peticiones de libertad para algunos de los presuntos colaboradores del comando Barcelona de ETA y Terra Lliure. Batasuna envió su saludo al acto, en el que se enunció el papel 'colaboracionista' de los medios de comunicación con la policía.

A escasos cien metros de ese estrado, otra corriente independentista hacía lo propio y decía prácticamente lo mismo pero sin Churchill. Fueron más breves y al final no tuvieron, como los del Procés de Vinaròs, una gratificante botifarrada.

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