La Generalitat investiga dos posibles casos de hepatitis C en una clínica de Girona

El Departamento de Sanidad de la Generalitat catalana sospecha que dos pacientes operados de cataratas en la clínica Bofill de Girona el 7 de julio de 2000 fueron contagiados con el virus de la hepatitis C. Ambos pacientes, una mujer de 74 años que ha desarrollado la enfermedad y un hombre de 75 que tiene anticuerpos, están pendientes de los estudios genéticos que deberán determinar si el virus supuestamente inoculado en la clínica procede de una misma cepa: la de un enfermo crónico que pasó el mismo día por la mesa de operaciones.

El director médico de la clínica, Antonio Bordas, asegu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Departamento de Sanidad de la Generalitat catalana sospecha que dos pacientes operados de cataratas en la clínica Bofill de Girona el 7 de julio de 2000 fueron contagiados con el virus de la hepatitis C. Ambos pacientes, una mujer de 74 años que ha desarrollado la enfermedad y un hombre de 75 que tiene anticuerpos, están pendientes de los estudios genéticos que deberán determinar si el virus supuestamente inoculado en la clínica procede de una misma cepa: la de un enfermo crónico que pasó el mismo día por la mesa de operaciones.

El director médico de la clínica, Antonio Bordas, aseguró ayer que se habían respetado los protocolos de esterilización, aunque reconoció que en las pequeñas operaciones se hace una evaluación de riesgos del paciente y, para reducir costes, no se les somete a análisis para detectar posibles enfermedades infecciosas. En caso de que la clínica hubiera sabido que uno de los pacientes a los que se iba a operar de cataratas era portador del virus de la hepatitis, se le habría tenido que operar en último lugar para dar tiempo a desinfectar perfectamente el quirófano, tal como aconsejan los protocolos médicos.

Más información

Sanidad tuvo confirmación del primer caso de hepatitis C, una enfermedad de declaración obligatoria, el 30 de noviembre de 2000. Siguiendo el procedimiento habitual y conociendo la operación a que había sido sometida la mujer unos meses antes en la clínica Bofill, Sanidad requirió información a este centro. Así pudo deducir, aunque al cabo de medio año, que el primero de los cuatro pacientes operados en la sesión era portador crónico de la hepatitis C. Entonces se sometió a análisis a los otros dos pacientes intervenidos y hace únicamente cuatro días se halló que uno de ellos también es portador del virus, mientras que en el caso del cuarto se descartó la infección.

Sanidad forzó ayer la comparecencia en rueda de prensa del director médico de la clínica, Antonio Bordas, quien aseguró que en la investigación paralela iniciada en el centro asistencial no se ha encontrado ningún error de procedimiento en las operaciones.

Archivado En