García-Posada concibe las memorias como una vía de conocimiento

Aparece la segunda entrega de sus recuerdos

Antonio Martínez Sarrión presentó el libro. Destacó la escritura fluida y potente de García-Posada, y comentó que no es demasiada cierta esa leyenda que cuenta que en España se cultiva poco el género memorialístico. Aludió al homenaje que García-Posada rinde a Jorge Guillén en el título, y recordó el Martín Fierro, donde José Hernández 'canta opinando', para decir que en estas memorias el autor 'escribe opinando'. Francisco Umbral, Josefina Aldecoa, Andrés Trapiello, Fanny Rubio o Mauro Armiño acompañaron a García-Posada -estuvo muy nervioso, luego se relajó- en el complicado trance de ...

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Antonio Martínez Sarrión presentó el libro. Destacó la escritura fluida y potente de García-Posada, y comentó que no es demasiada cierta esa leyenda que cuenta que en España se cultiva poco el género memorialístico. Aludió al homenaje que García-Posada rinde a Jorge Guillén en el título, y recordó el Martín Fierro, donde José Hernández 'canta opinando', para decir que en estas memorias el autor 'escribe opinando'. Francisco Umbral, Josefina Aldecoa, Andrés Trapiello, Fanny Rubio o Mauro Armiño acompañaron a García-Posada -estuvo muy nervioso, luego se relajó- en el complicado trance de dar a conocer el segundo volumen de un aventura en la que, sobre todo, se propone 'hacer literatura y poesía con la memoria'.

Su idea es la de trabajar con la materia del tiempo y con la escritura. En el encuentro de las palabras con los restos que han dejado las horas, García-Posada ha querido dar cuenta de 'cómo le han pasado las cosas que le han pasado'. Distinguió entre memorias genuinas y esa suerte de 'pornografía de la escritura', que no hace otra cosa que perseguir el escándalo. 'Si hay nombres citados es porque valoro lo que hicieron'. Cuando no es así, García-Posada evita precisar (aunque da pistas).

Los detalles de su experiencia biográfica, pero también el ruido de la historia. Martínez Sarrión ya había señalado que lo que importa en unas memorias es el telón de fondo del mundo que se proyecta detrás de la vida del que recuerda. García-Posada abundó en este sentido, señalando que su reto no es tanto el de dar información como el de escudriñar en el pasado como una vía de conocimiento.

Cuando el aire no es nuestro es la segunda entrega de un proyecto, titulado globalmente La quencia, que se inició con el libro del mismo título (subtitulado Las puertas del tiempo), donde García-Posada daba cuenta de su infancia y adolescencia, y que concluirá con el volumen Las ramas de oro, seguido de Archivos. 'No son unas memorias confesionales', explicó. Pretender que su vida tiene para los demás un interés testimonial, dijo García-Posada, sería 'incurrir en un pecado de vanidad insoportable'.

El desafío es, por tanto, estrictamente literario. Un punto de vista, una perspectiva determinada, una posición. Escribir desde ella y reconstruir el mundo y la historia, y de paso la propia vida. 'La perplejidad es hoy uno de los pocos modos legítimos de existir, y de escribir', dice Posada en su libro. Desde esa particular atalaya toma la palabra.

Puesto que se hablaba del pasado y de literatura, la presentación del libro fue derivando hacia una divertida colección de anécdotas. Pla, Apollinaire, Cocteau, D'Annunzio o Pound fueron apareciendo y concitando las risas.

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