¿Dónde queda la investigación básica?

La incorporación de las universidades y centros públicos de investigación a los posibles receptores de la convocatoria Profit, podría suponer, según distintas fuentes consultadas, un cambio de orientación en la financiación de la ciencia española e, incluso, en sus objetivos a corto y medio plazo.

Por una parte, advierten, la cuantía destinada a subvenciones, cercana a los 25.000 millones de pesetas, coincide con la destinada a los distintos programas nacionales en que se divide el Plan Nacional de I+D. En concreto, y según datos oficiales, hasta 1999 los distintos programas, junto con ...

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La incorporación de las universidades y centros públicos de investigación a los posibles receptores de la convocatoria Profit, podría suponer, según distintas fuentes consultadas, un cambio de orientación en la financiación de la ciencia española e, incluso, en sus objetivos a corto y medio plazo.

Por una parte, advierten, la cuantía destinada a subvenciones, cercana a los 25.000 millones de pesetas, coincide con la destinada a los distintos programas nacionales en que se divide el Plan Nacional de I+D. En concreto, y según datos oficiales, hasta 1999 los distintos programas, junto con el Programa de Promoción General del Conocimiento, sumaban poco menos de 32.000 millones de pesetas. El Ministerio de Ciencia y Tecnología no ha aclarado si parte de los fondos de Profit son los anteriormente destinados a subvenciones en el plan nacional. Para acceder a ellos, los investigadores deben elaborar un proyecto y someterlo a una evaluación por expertos integrados en la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP). Al final del proceso, una parte considerable de los proyectos se queda sin financiación y buena parte de los que la obtienen reciben menos de lo solicitado.

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Por otra parte, los objetivos de la convocatoria hacen hincapié en la orientación aplicada de las solicitudes. De ello podría deducirse una clara intención del Ministerio de Ciencia de favorecer proyectos de investigación cuyos resultados pudieran traducirse en un breve lapso de tiempo en aplicaciones de interés industrial. De confirmarse este extremo, la investigación básica podría verse relegada a un segundo plano en buena parte de las áreas consideradas en el Profit. En los casos de los programas nacionales de biomedicina o biotecnología, ambos financiados por la vía Profit, podría suponer un cambio radical en la forma de diseñar sus proyectos.

Si bien en la convocatoria puede leerse que podrán tener acceso a ayudas proyectos de investigación básica -por ejemplo para la identificación y obtención de moléculas-, deberán añadir ahora la coletilla 'de interés industrial'. El mismo criterio, 'comprensible', según algunos expertos, en áreas como la automoción o la aeronáutica, se aplicaría ahora también a ámbitos como medio ambiente, nuevos materiales o recursos agroalimentarios en los que la investigación básica es fundamental. Desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología se argumenta que 'todas' las áreas consideradas en la convocatoria de Profit guardan relación con posibles aplicaciones industriales.

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