Los ganaderos navarros consideran 'dramática' su situación y reclaman ayudas al Ejecutivo de Sanz

El Gobierno navarro pactó ayer con las organizaciones ganaderas de la región poner en marcha un modelo de certificación sanitaria propio para el sacrificio del ganado bovino que excluye cualquier referencia a su sistema de alimentación. Una decisión similar fue adoptada por el Ejecutivo vasco la semana pasada. El Gabinete regionalista pretende con la introducción de ese formulario propio agilizar el proceso de sacrificio de las reses, combinando la filosofía general del decreto que promulgó el Ministerio de Sanidad en diciembre por el mal de las vacas locas con la legislación foral en...

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El Gobierno navarro pactó ayer con las organizaciones ganaderas de la región poner en marcha un modelo de certificación sanitaria propio para el sacrificio del ganado bovino que excluye cualquier referencia a su sistema de alimentación. Una decisión similar fue adoptada por el Ejecutivo vasco la semana pasada. El Gabinete regionalista pretende con la introducción de ese formulario propio agilizar el proceso de sacrificio de las reses, combinando la filosofía general del decreto que promulgó el Ministerio de Sanidad en diciembre por el mal de las vacas locas con la legislación foral en la materia.

Fuentes oficiales señalaron ayer que los dos animales en que se ha detectado el mal en Navarra se habían alimentado en un 80% con pastos naturales de montaña.Con la puesta en marcha del nuevo certificado, si existen veterinarios dispuestos a certificar que las reses no presentan síntomas 'claros o aparentes' de padecer enfermedades que pudieran estar relacionadas con la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), se exigirá la presentación del nuevo modelo. En caso contrario, el Ejecutivo foral seguirá exigiendo, como opción excepcional, la simple presentación de las denominadas autoguías, el documento que identifica a cada animal y recoge las inspecciones sanitarias que se le han realizado. El Ejecutivo se reunirá hoy con los representantes de los veterinarios para discutir los términos del acuerdo.

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Los responsables del principal sindicato navarro del sector, la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGN) se entrevistaron ayer con el presidente Miguel Sanz y dieron su visto bueno a un sistema que 'solventa la paralización del sector' al eliminar de las certificaciones la parte más delicada para los veterinarios: las referencias a la correcta alimentación de los animales, que eran uno de los motivos fundamentales por los que se oponían a firmar las certificaciones. El sindicato EHNE-Nafarroa aplaudió también el cambio.

Ángel Eraúl, presidente de la UAGN, destacó que otras comunidades han habilitado certificados similares. Eraúl, acompañado por dirigentes de su central, calificó de 'dramática' y 'caótica' la situación que está viviendo el sector ganadero del vacuno, por lo que su organización pidió al Gabinete de Sanz ayudas económicas para paliar los previsibles efectos sobre el sector que la aparición de animales enfermos va a generar. Con todo, Eraúl pidió a los ciudadanos 'tranquilidad y sensatez' y recordó que 'nunca habían existido tantos controles como ahora para garantizar la sanidad del producto que llega al consumo'.

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Pastos naturales

Las dos reses presuntamente afectadas por la EEB pertenecían a explotaciones agrarias extensivas de la localidad de Villanueva de Aezkoa, una pequeña población del Pirineo navarro de apenas 155 habitantes.

Juan José Pellejero, gerente de la Cooperativa del Vacuno de Navarra, expresó la sorpresa que ha causado la aparición de la enfermedad en la raza autóctona pirenaica, la más extendida entre el millar de explotaciones de bovino de la región y la mayoritaria en la denominación de calidad Ternera de Navarra.

'Las explotaciones afectadas pertenecen a un modelo muy extensivo de cría, con consumo de pastos naturales en el monte desde la primavera hasta el otoño e incluso bien entrado el invierno, de manera que el 80% de su alimentación son pastos naturales', añadió Pellejero.

No obstante Mikel Petrirena, secretario general de EHNE-Nafarroa reconoció que también las vacas de raza pirenaica consumen piensos en un periodo determinado del año, 'algo que es normal en todas las explotaciones'.

Si se confirma la enfermedad, las 116 vacas de las dos explotaciones afectadas, ahora inmovilizadas, deberán ser sacrificadas. Las indemnizaciones públicas por animal muerto superan las 200.000 pesetas más un porcentaje respecto a la pérdida de rentas. EHNE-Nafarroa expresó su rechazo a esta eliminación sistemática de cabañas, al considerar que no está demostrado que la EEB sea una enfermedad infectocontagiosa que se transmita de animal a animal.

El PSN exigirá hoy a Sanz más dinero para resarcir las pérdidas del sector. César López Ríos, secretario de Salud del partido, considera que el PP está gestionando el problema 'de manera nefasta' y exigirá a UPN en la reunión que los socialistas mantendrán con el Gobierno foral la creación urgente de una comisión interdepartamental para coordinar conjuntamente el problema desde las consejerías de Medio Ambiente; Agricultura, Ganadería y Montes y Salud.

Por otro lado, el Ejecutivo foral declarará 'de interés general' la incineración de harinas cárnicas para poder autorizar a Cementos Portland a usar como combustible este residuo. Según las primeras estimaciones, se necesitará una inversión de unos 300 millones para habilitar los silos y procesos necesarios en la planta de Olazagutía. Portland está dispuesta a incinerar las harinas, tras constatar que no supone problema técnico alguno. De momento, esas harinas están siendo enterradas en un vertedero de Tudela. El Gobierno gestiona la posibilidad de habilitar otro vertedero controlado cerca de Pamplona, para enterrar también las harinas hasta su incineración.

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