Los baserritarras acuden a Bilbao con una selección de los mejores productos de sus huertas y ganaderías
IGNACIO SERRANO (Carranza) Premio BBK 1999 en el apartado de PlantasLas hortalizas es uno de los apartados estrella del concurso de productos en Santo Tomás, pero este apartado vegetal se completa desde hace unos años con la sección dedicada a las plantas, que goza de un aprecio cada año mayor por parte del público. Y si no, que se lo pregunten a Ignacio Serrano, que el año pasado se llevó el primer premio en este dominio hortícola con sus preparaciones de flores secas.
El trabajo comienza en los 3.000 metros cuadrados de huerta y los 1.200 de invernadero que tiene ...
IGNACIO SERRANO (Carranza) Premio BBK 1999 en el apartado de PlantasLas hortalizas es uno de los apartados estrella del concurso de productos en Santo Tomás, pero este apartado vegetal se completa desde hace unos años con la sección dedicada a las plantas, que goza de un aprecio cada año mayor por parte del público. Y si no, que se lo pregunten a Ignacio Serrano, que el año pasado se llevó el primer premio en este dominio hortícola con sus preparaciones de flores secas.
El trabajo comienza en los 3.000 metros cuadrados de huerta y los 1.200 de invernadero que tiene en el barrio de La Tejera, en el municipio de Carranza, el valle más extenso de todo Vizcaya. Allí, desde que en 1989 instalara los invernaderos, trabaja en la elaboración de adornos con flores secas, desde centros de mesa hasta simulaciones de bonsais, que han tenido gran éxito en las ferias a las que acude Ignacio Serrano.
Y eso que no contaba con una preparación especial para llevar a cabo esta tarea. Como reconoce este horticultor carranzano, "somos autodidactas; todo lo hemos aprendido en libros y catálogos de flores, sobre todo los de procedencia británica, en los que te indica desde la flor que tienes que utilizar al tratamiento que hay que dar para su secado, sin olvidar las ideas para trabajar con ellas", explica Serrano.
Las variedades que emplean son fundamentalmente las de limonium, que pueden ser plantas o flores de duración anual. También emplean otras variedades como delfinium, celosías, arañuelas, cartamus o gonfrenas. Y no hay que olvidar que en la preparación de sus trabajos también utilizan musgo, palitos y ramas, hojas de árboles, etc. que recogen en los numerosos bosques de este valle encartado.
La preparación de estos adornos es más que laboriosa. Y sobre todo delicada, porque es un material muy frágil. Ignacio Serrano y su mujer van elaborando estos centros durante todo el año, para luego venderlos en muy pocas ferias. "Hay que tener en cuenta que la fragilidad de estos trabajos nos impide tener un ajetreo de ventas, ir de mercado en mercado, porque no llegarían en buen estado", comenta Serrano.
Uno de los aspectos de los que está más orgulloso este horticultor vizcaíno es el color de sus flores, "que son todos naturales, por supuesto". Además, para completar la belleza visual de sus centros, algunas de las creaciones cuentan con el añadido de lavanda.