Investigadores de Cádiz crean tubos de escape que reducen la contaminación

El equipo científico desarrolla catalizadores de última generación para gasolinas sin plomo

Los tubos de escape de los automóviles que se vendan en un futuro inmediato reducirán, en un elevado porcentaje, las emisiones de gases contaminantes. El grupo de investigación de Química de Sólidos y Catálisis de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz ha conseguido mejorar los catalizadores de los escapes de los vehículos que utilizan cualquier clase de gasolina sin plomo como carburante. Este grupo, que depende del Departamento de Ciencias de los Materiales y Química Inorgánica, ha concluido el proyecto, avalado por una directiva de la UE, tras cuatro años de trabajo

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Los tubos de escape de los automóviles que se vendan en un futuro inmediato reducirán, en un elevado porcentaje, las emisiones de gases contaminantes. El grupo de investigación de Química de Sólidos y Catálisis de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz ha conseguido mejorar los catalizadores de los escapes de los vehículos que utilizan cualquier clase de gasolina sin plomo como carburante. Este grupo, que depende del Departamento de Ciencias de los Materiales y Química Inorgánica, ha concluido el proyecto, avalado por una directiva de la UE, tras cuatro años de trabajo

Más kilómetros

El objetivo de la investigación era desarrollar una familia de catalizadores de última generación. En los cuatro años que han durado los trabajos -desde junio de 1996 hasta septiembre 2000-, el catedrático de Química Inorgánica, Serafín Bernal, ha dirigido y coordinado, con éxito, el trabajo de nueve grupos de investigación, pertenecientes a cinco países diferentes. En este tiempo, este investigador ha manejado una subvención superior a los 240 millones de pesetas, que fue concedida por Bruselas de acuerdo con los programas de Investigación más Desarrollo (I+D).Durante este periodo, los investigadores gaditanos han mejorado este producto hasta reducir el impacto medioambiental. Han pasado del 96% hasta el 98% de efectividad mediante el perfeccionamiento de los óxidos lantánidos, que es uno de los compuestos que se emplean en la elaboración de los catalizadores de los tubos de escape.

La clave del logro es el diseño de un óxido mixto de cerio y zirconio que resuelve algunos de los problemas que provoca la emisión continuada de los tres contaminantes que expulsan los tubos de escape: monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y los hidrocarburos que no se queman.

Además, estos investigadores han conseguido alargar la vida de los catalizadores de nueva generación. Prácticamente, este nuevo producto duplica su tiempo de existencia. Así, esta sustancia, indispensable en los tubos de escape, han pasado de tener una longevidad de 80.000 kilómetros a situarla entre los 150.000 y los 160.000 kilómetros.Esto permitirá reducir el elevado coste que asumen los conductores cuando deben cambiar los catalizadores. "Se trata de un avance significativo que abre nuevas posibilidades", dijo Serafín Bernal, quien no ocultó su satisfacción por la labor realizada. "Estamos muy contentos porque desde una universidad pequeña como la de Cádiz hemos coordinado el trabajo de muchos investigadores con unos resultados satisfactorios", declaró este catedrático, que acumula una larga trayectoria de casi 30 años de labor investigadora.

El producto conseguido ha obtenido un dictamen satisfactorio por parte de la Unión Europea, que ha emplazado a sus creadores a divulgar sus cualidades y aplicaciones. "Los técnicos europeos han sabido valorar el trabajo realizado y fundamentalmente el resultado obtenido, que han destacado con especial énfasis", subrayó Bernal.

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La comercialización de estos nuevos tubos de escape está ya garantizada. El descubrimiento será patentado y distribuido por la empresa multinacional francesa Rodhia, que se dedica a la fabricación de óxidos mixtos y que ha participado también directamente en el proceso de investigación durante este periodo.

Tras el éxito obtenido, el investigador Serafín Bernal prepara otro tipo de proyectos que den continuidad a esta labor con la idea de reducir aún más la emisión de gases contaminantes, que es una de las premisas que establecerá una nueva normativa comunitaria, que se promulgará en el año 2005.

El grupo de investigación de Química de Sólidos y Catálisis, que integran, además de Serafín Bernal, diez profesores investigadores y cinco alumnos que completan el doctorado, ha empleado las aplicaciones que tienen los óxidos lantánidos en otros tipo de elementos.

El que obtuvo un mayor resultado y repercusión fue la creación, hace unos años, de una lámpara de bajo consumo, que ahora ilumina millares de hogares europeos.

Aquel proyecto, en el que participaron también la multinacional Rodhia, la Universidad holandesa de Utrech y la Universidad de Cádiz, diseñó una lámpara con una triple cualidad: empleaba menos material, reducía los costes y obtenía una calidad muy alta, de hasta el 95%.

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