Las fábricas en las que se detectó la bacteria de la 'legionella' cambian de sistema de refrigeración

Las industrias de Alcoy en cuyas torres de refrigeración se detectó la presencia de la bacteria de la legionella han optado por clausurar estos sistemas y sustituirlos por otros en circuito cerrado, o sea sin emisiones a la atmósfera. La iniciativa, que supone una inversión de unos tres millones de pesetas, es a título individual, aunque los afectados estudian constituir una plataforma para solicitar ayudas públicas. "Al final, para evitarnos mayores complicaciones y el atosigamiento de los técnicos hemos optado por cambiar de sistema", afirma uno de los empresarios.

Las inspecciones a ...

Las industrias de Alcoy en cuyas torres de refrigeración se detectó la presencia de la bacteria de la legionella han optado por clausurar estos sistemas y sustituirlos por otros en circuito cerrado, o sea sin emisiones a la atmósfera. La iniciativa, que supone una inversión de unos tres millones de pesetas, es a título individual, aunque los afectados estudian constituir una plataforma para solicitar ayudas públicas. "Al final, para evitarnos mayores complicaciones y el atosigamiento de los técnicos hemos optado por cambiar de sistema", afirma uno de los empresarios.

Las inspecciones a las torres de refrigeración de las fábricas ubicadas en el casco urbano de Alcoy se iniciaron a partir del 12 de noviembre de 1999. Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente optaron por inspeccionar las torres de refrigeración, una vez que los análisis realizados en la red de agua potable (domicilios particulares y manantiales y depósitos de abastecimiento) descartaron la presencia de la bacteria de la legionella peneumophila. En aquella fecha ya había confirmados siete casos de personas afectadas por esta enfermedad.Las muestras de los técnicos identificaron la bacteria en las torres durante el primer brote, entre septiembre de 1999 y febrero de 2000. Sin embargo, la cepa encontrada en las instalaciones no coincidió con la de los pacientes. El informe epidemiológico elaborado por el Instituto de Salud Carlos III el 10 de abril de este año destacaba que "no era posible" confirmar cuál era la instalación implicada en el brote. Sí destaco la ausencia de un registro de torres, lo que suponía un "importante obstáculo" para la realización de inspecciones, así como la "ausencia de mantenimiento de las instalaciones de riesgo investigadas".

En principio, el listado de empresas susceptibles, por el tipo de actividad industrial, de disponer de torres de refrigeración era de 160, aunque finalmente los técnicos limitaron el muestreo a 23 frábicas. Los análisis evidenciaron la presencia de legionella en cuatro empresas: Alimentaria Alcoyana, SA, La Española, Cándido Miró, SA, El Serpis, Fornituras Metálicas Martí Vilaplana, SL, y Caucho Industrial Verdú, SL.

Los representantes de estas cuatro firmas aseguran que, en todo momento, y a partir de las inspecciones, se limitaron a cumplir escrupulosamente con las recomendaciones de los técncios y la normas, que a modo de protocolo, les envió el Ayuntamiento para realizar las desinfecciones de las torres, que finalmente han clausurado.

Un informe de la Consejería de Medio Ambiente señala en el caso de las firmas La Española y El Serpis, el 25 de noviembre de 1999 se les comunicó la presencia de legionella en dos muestras y "se les entregó en mano" el requerimiento de las medidas obligatorias que debían realizar. "El día 1 de diciembre, personados en las empresas Alimentaria Alcoyana y Cándido Miró" se comprueba que no han efectuado la desinfección de las torres de refrigeración y dispositivos análogos, tal y como se les había indicado", recoge el informe. No obstante, ambas empresas cumplieron con el requerimiento al día siguiente.

Luis Torró, director de calidad, de la firma Alimentaria Alcoyana, SA, aseguró no tener conocimiento oficial del informe de Medio Ambiente. "Nosotros hemos cumplido escrupulosamente con la ordenanza y muncipal y las recomendaciones de los técnicos", asegura. "Se han realizado las limpiezas periódicas de la torre y el próximo lunes ponemos en marcha un nuevo sistema de refrigeración, basado en un circutiro cerrado y, por tanto, no habrá emisiones a la atmósfera", añadió.

Rafael Cantó, gerente de Cándido Miró, SA, dijo que Medio Ambiente no les comunicó por escrito el resultado de las análiticas, "sino verbalmente".