La Eurocámara apuesta por una Constitución para Europa

El Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución en la que apuesta por abrir un gran debate sobre el futuro de Europa que incluya entre sus objetivos la elaboración de una Constitución. El debate debiera ser lanzado, según los eurodiputados, en la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de Niza la semana que viene. Previamente, el Parlamento Europeo exige que el nuevo Tratado de la UE incluya una referencia a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión.La resolución, aprobada por 338 votos a favor, 107 en contra y 80 abstenciones, señala que esa Constitución incluiría los principios fundaci...

El Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución en la que apuesta por abrir un gran debate sobre el futuro de Europa que incluya entre sus objetivos la elaboración de una Constitución. El debate debiera ser lanzado, según los eurodiputados, en la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de Niza la semana que viene. Previamente, el Parlamento Europeo exige que el nuevo Tratado de la UE incluya una referencia a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión.La resolución, aprobada por 338 votos a favor, 107 en contra y 80 abstenciones, señala que esa Constitución incluiría los principios fundacionales de la UE, las bases del equilibrio que debe haber entre las instituciones europeas, el reparto de competencias entre esas instituciones y los Estados y, si fuera necesario, la propia Carta de Derechos Fundamentales, aprobada el pasado octubre.

El Parlamento sostiene que la Constitución debiera ser elaborada por el mismo sistema utilizado para redactar la Carta, es decir, con participación de representantes de la Eurocámara, los parlamentos nacionales, los Gobiernos de la UE y la Comisión.

La Eurocámara se define así sólo un día después de que el ministro francés de Exteriores, Hubert Védrine, comunicara a los eurodiputados que, en contra de los deseos del Parlamento, la Carta no tendrá incorporación alguna al nuevo Tratado de la UE y que en Niza los jefes de Estado o de Gobierno se limitarán a proclamarla. El Reino Unido es el país que con más fuerza se opone a que la Carta tenga fuerza jurídica en la Unión, y mucho más a la posibilidad de que la UE tenga una Constitución propia en el futuro.