El PP acusa a Oliveri de favorecer una educación "localista y empobrecedora"

El Partido Popular (PP) censuró ayer con dureza la pretensión del Departamento de Educación de dar prioridad a los contenidos propios frente a los marcados por el ministerio en la reforma de Secundaria. Según el portavoz parlamentario popular en cuestiones educativas, Iñaki Oyarzabal, el nacionalismo persigue un tipo de educación que "se mira al cuello de la camisa, localista, cicatera y pequeña". Oyarzabal advirtió de que la apuesta del Gobierno vasco "empobrecera" a los alumnos.

El consejero de Educación, Inaxio Oliveri, rechaza la reforma en Secundaria porque los decretos en los que...

El Partido Popular (PP) censuró ayer con dureza la pretensión del Departamento de Educación de dar prioridad a los contenidos propios frente a los marcados por el ministerio en la reforma de Secundaria. Según el portavoz parlamentario popular en cuestiones educativas, Iñaki Oyarzabal, el nacionalismo persigue un tipo de educación que "se mira al cuello de la camisa, localista, cicatera y pequeña". Oyarzabal advirtió de que la apuesta del Gobierno vasco "empobrecera" a los alumnos.

El consejero de Educación, Inaxio Oliveri, rechaza la reforma en Secundaria porque los decretos en los que el ministerio establece las enseñanzas mínimas en esta etapa educativa aumentan demasiado los contenidos de las asignaturas y deja a las comunidades poco hueco para fijar sus propios programas. Según Oliveri, se trata de una "invasión competencial" en toda regla.Sin embargo, Oyarzabal cree que no es así. "Lo que hay que promover es una escuela de calidad que defienda valores universales de pluralismo y un proyecto que compartimos los vascos con el resto de los españoles", explicó el parlamentario popular.

Mientras, el PSE (partido que, en opinión de Oliveri, se arrepentirá si no rechaza ahora la reforma) no quiso polemizar ayer con el consejero y eludió dar una respuesta definitiva sobre los reales decretos que el Ministerio de Educación tiene previsto aprobar en la última semana de diciembre. La parlamentaria y portavoz en asuntos educativos del PSE, Isabel Celaá, puntualizó que, antes de pronunciarse, es preciso conocer cómo se zanjan cuestiones como la financiación adicional y el respeto a la pluralidad cultural y lingüística.

De momento, la percepción que tiene Isabel Celaá es que "se está produciendo mucho ruido, pero hay pocas nueces". Es decir, "parece que la pretensión del ministerio es volver a definir sus enseñanzas mínimas. Creo que el consejero Oliveri se precipita al denostar la reforma. Su rechazo se debe más a razones políticas que a cuestiones realmente técnicas. Hay que esperar para conocer si el ministerio se ha pasado en los contenidos que por ley puede fijar y si es así, rechazaremos la reforma", subrayó.

En cuanto a la ampliación de horas en algunas materias básicas, como Matemáticas, Historia o Lengua, Celaá expresó su confianza en que el calendario se realice de una forma "razonada". Según los decretos, los nuevos horarios se implantarán desde el próximo curso, mientras que los contenidos se cambiarán en 2002-2003 en primero y tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), y en 2003-2004 en tercero y cuarto.

Por su parte, el sindicato de la enseñanza STEE-EILAS se sumó ayer a la oposición mostrada por Educación a la reforma porque "promueve el pensamiento uniforme" entre todos los alumnos y porque ahondará en las diferencias sociales, con lo que aumentará el fracaso escolar.

El miembro de la comisión permanente de este sindicato Joseba Gallastegi enfatizó que la propuesta del Ministerio de Educación quiere dejar sin efecto los aspectos más progresistas e interesantes de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), normativa promovida por el PSOE. "Es sorprendente", indicó, "que los socialistas se hayan sumado a esta guerra sin tener en cuenta las consecuencias que va a tener para el sistema educativo".