El difícil camino de una ley

El camino de la ley para introducir en Brasil la enseñanza obligatoria del español en las escuelas públicas y privadas está siendo largo, difícil y polémico. Comenzó en 1991 con el entonces presidente de la República, Itamar Franco, y estaba pensada exclusivamente en función del Mercosur. El primer proyecto de la ley era muy amplio. Preveía la obligatoriedad del español en toda la primaria y secundaria. Pero en 1996, cuando llegó al Senado, el proyecto fue corregido a la baja ante la imposibilidad de improvisar cientos de miles de profesores de español en poco tiempo. Finalmente, el 1 de septi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El camino de la ley para introducir en Brasil la enseñanza obligatoria del español en las escuelas públicas y privadas está siendo largo, difícil y polémico. Comenzó en 1991 con el entonces presidente de la República, Itamar Franco, y estaba pensada exclusivamente en función del Mercosur. El primer proyecto de la ley era muy amplio. Preveía la obligatoriedad del español en toda la primaria y secundaria. Pero en 1996, cuando llegó al Senado, el proyecto fue corregido a la baja ante la imposibilidad de improvisar cientos de miles de profesores de español en poco tiempo. Finalmente, el 1 de septiembre de 1999, el Senado aprobó la obligatoriedad de la enseñanza del español. Pero antes de pasar a la aprobación definitiva del Parlamento, la ley se empantanó en la Comisión de Enseñanza, que debe ofrecer un parecer previo. Si la Comisión la rechazara, la ley desaparecería definitivamen-te sin llegar siquiera al pleno del Parlamento.

Más información

Ahora, con la corrección presentada por el relator de la Comisión, el diputado Átila Lira, la ley deberá pasar de nuevo al Senado antes de la aprobación definitiva del Parlamento. Pero Lira ya ha advertido que está en consultas con el Senado para que pueda aprobar las correcciones de la Comisión y así poder ser aprobada definitivamente por el pleno del Parlamento.

El tema, en efecto, es delicado, porque si el Senado no aceptara dichas correcciones, la ley caería definitivamente ya que sería la tercera y última vez que puede pasar por el Senado. De ahí las preocupaciones del relator de la Comisión de Enseñanza del Parlamento para conseguir que el Senado acabe aceptando sus sugerencias.

Las promesas hechas al rey Juan Carlos y al Gobierno español durante su reciente viaje oficial a Brasil a este respecto por el presidente Cardoso, y por varios miembros del actual Gobierno brasileño, hace prever que al final la compleja y polémica ley pueda llegar, aunque con retoques, felizmente a término.

Archivado En