La salud de la Seguridad Social permite 'borrar' el déficit público
Las pensiones suben un 2% y los ingresos por cotizaciones, un 9%
La Seguridad Social cerrará 2001 con superávit por tercer año consecutivo. Para el próximo ejercicio, cuenta con un excedente del 0,3% del producto interior bruto (PIB), unos 300.000 millones de pesetas. La buena salud de la Seguridad Social permite al Gobierno compensar el déficit del Estado previsto (0,3% del PIB) y que todas las administraciones públicas tengan equilibrio presupuestario.Las cuentas de la Seguridad Social destinarán 90.000 millones al fondo de reserva para las futuras pensiones, ya dotado con 100.000 millones, y con su superávit compensará a los pensionistas el poder adquisi...
La Seguridad Social cerrará 2001 con superávit por tercer año consecutivo. Para el próximo ejercicio, cuenta con un excedente del 0,3% del producto interior bruto (PIB), unos 300.000 millones de pesetas. La buena salud de la Seguridad Social permite al Gobierno compensar el déficit del Estado previsto (0,3% del PIB) y que todas las administraciones públicas tengan equilibrio presupuestario.Las cuentas de la Seguridad Social destinarán 90.000 millones al fondo de reserva para las futuras pensiones, ya dotado con 100.000 millones, y con su superávit compensará a los pensionistas el poder adquisitivo que han perdido este año por la desviación de la inflación, que tiene un coste de 150.000 millones por punto entre los atrasos de 2000 y la consolidación en nómina de 2001.
El sistema público prevé unos ingresos de 15,75 billones de pesetas, un 8% más que este año. La mayor fuente procede de las cotizaciones, 10,31 billones, con un crecimiento del 9% de las aportadas por empresarios y trabajadores. Esa elevación es consecuencia de un crecimiento del 5,45% en el número de cotizantes, del 2,63% en las bases medias del régimen general y de la elevación de las bases mínimas en función del crecimiento del salario mínimo interprofesional.
El Estado aportará 5,12 billones, con un crecimiento del 6%, y se destinan a asistencia sanitaria (4,43 billones), servicios sociales (175.138 millones), complementos a mínimos (16.288 millones, la misma cifra que este año), prestaciones no contributivas (430.123 millones), subsidios a minusválidos (31.785 millones) y síndrome tóxico (5.350 millones).
El mayor capítulo de gasto de la Seguridad Social corresponde a las pensiones contributivas, con 8,82 billones de pesetas. Esta partida se eleva un 5,8%, aunque la revalorización que tendrán las pensiones será el 2%, lo mismo que la inflación prevista. El resto corresponde al incremento estimado de la población pensionista (1,1%) y al efecto sustitución (1,46%, debido a que las prestaciones de los nuevos pensionistas son superiores a las de los que fallecen). Para pensiones no contributivas el presupuesto es de 276.095 millones (sin el País Vasco y Navarra), un 6,4% más que este año por el crecimiento de beneficiarios (4,3%) y al incremento derivado de la revalorización de estas prestaciones (un 2%).
Las prestaciones por incapa-cidad temporal tienen un crédito asignado de 591.893 millones de pesetas (sube la dotación un 12%) y las de maternidad, 131.992 millones (aumenta un 14,1%). Las prestaciones familiares por hijo a cargo o afectado de minusvalía disponen de 132.385 millones (se eleva un 13,1%).