El agua del Ebro que debe trasvasarse supera los límites admisibles de contaminación

Matas se compromete a negociar compensaciones del plan hidrológico con Aragón

El agua del Ebro, en el lugar donde está previsto que se hagan las tomas para trasvasarla a Cataluña y el sureste, supera en más de un 5% los límites de calidad establecidos para las aguas prepotables (las destinadas a ser tratadas para el consumo humano), según recoge la memoria del Plan Hidrológico Nacional. 440 de los 1.000 hectómetros cúbicos que se derivarán por los trasvases irán destinados al consumo humano de Barcelona y las demás ciudades del litoral mediterráneo. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, anunció ayer que estaba dispuesto a compensar a Aragón por ceder el agua.
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El agua del Ebro, en el lugar donde está previsto que se hagan las tomas para trasvasarla a Cataluña y el sureste, supera en más de un 5% los límites de calidad establecidos para las aguas prepotables (las destinadas a ser tratadas para el consumo humano), según recoge la memoria del Plan Hidrológico Nacional. 440 de los 1.000 hectómetros cúbicos que se derivarán por los trasvases irán destinados al consumo humano de Barcelona y las demás ciudades del litoral mediterráneo. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, anunció ayer que estaba dispuesto a compensar a Aragón por ceder el agua.

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Las aguas que manarán de los grifos de las ciudades mediterráneas dentro de ocho años, si para entonces están construidos los trasvases del Ebro, consistirán en un cóctel muy heterogéneo. Se mezclarán las aguas del Ebro con las del Tajo, el Júcar, el Segura, y las del oeste de Almería, cada una de las cuales arrastra distintos componentes contaminantes y alberga ecosistemas diferentes. Esa complejidad repercute en la calidad del agua destinada al uso doméstico. También afecta a los ecosistemas de los ríos por donde circulará el cóctel, en los tramos finales llamados postrasvases. El 44% de los 1.000 hectómetros cúbicos netos que se bombearán desde la desembocadura del Ebro hacia el norte y sur del litoral mediterráneo se utilizarán para el suministro doméstico. Pero ¿reúne el agua del Ebro en su desembocadura condiciones de calidad suficientes para ese uso? El Plan Hidrológico dice que es "imprescindible" hacer unos estudios previos específicos y detallados sobre las calidades del agua de todos los ríos que acabarán vertiendo su mezcla en el embalse de Tous.

Basándose en los datos proporcionados por las estaciones de control de Mequinenza, Ribarroja, Ascó y Tortosa, el Plan Hidrológico Nacional (PHN) concluye que el agua del Ebro supera en más de un 5% los límites de calidad fijados en la normativa de aguas prepotables.

Retención de sales

La conductividad máxima, una medida de la retención de sales, se incumplía en el 51% de las estaciones de control. "Es el parámetro más importante en cuanto a incumplimientos", dice el PHN. En la evolución temporal de este índice se detectó cierta mejoría entre 1990 y 1996, que ha continuado hasta reducir los incumplimientos a un 30%. Las cifras, además, varían entre una y otra época del año.El contenido de sulfatos alcanza un porcentaje de incumplimiento del 26%, y el de cloruros, del 24%. Analizando los resultados globales de la evolución de la salinidad del Ebro, se ve que la calidad se degrada a medida que el río se acerca a su desembocadura. La salinidad aumenta progresivamente a lo largo de los primeros 750 kilómetros hasta la confluencia con los ríos pirenaicos Cinca y Segre, que aportan agua menos salina.

El parámetro que mide la actividad de los peces, el llamado DBO (demanda bioquímica de oxígeno), alcanza puntos de incumplimiento relativamente elevado, aunque sus valores medios no lo son en exceso. Durante la intensa sequía de los años 1993 a 1995 estos valores aumentaron. Como en los parámetros anteriores, la peor época es la última mitad del año. Las materias en suspensión superan el límite de la normativa piscícola, y el oxígeno disuelto se sitúa en valores inferiores a los mínimos admisibles en los embalses de Mequinenza y Ribarroja.

El PHN dice que, aunque son numerosos los parámetros que se incumplen, salvo la conductividad, DBO y los sulfatos, "no parecen en general un problema importante que tenga una gran continuidad" por lo que "no se considera imprescindible un tratamiento previo a las aguas a trasvasar antes de llegar a Tous".

Sí que lo exige para las aguas antes de que lleguen al Júcar, porque no cumplen la normativa de esta cuenca (tampoco la cumplen los ríos de la propia cuenca). En cuanto a las aguas que se dirijan a Barcelona, señala que no hay riesgo, siempre que no se mezclen con las del río Noia y se canalicen directamente hasta la planta de tratamiento de Abrera.

Otro de los impactos medioambientales de los trasvases es el de la migración de especies piscícolas autóctonas, conocido como efecto corredor. Aunque se conoce poco su alcance, estudios sobre el trasvase Tajo-Segura han detectado la migración de bogas, calandinos, carpines y gobios a los ríos Segura y Júcar. La boga es un pez ciprínido endémico de la península que sólo estaba presente en las cuencas que drenan al Atlántico.

El PHN señala que será necesario hacer estudios durante los tres años previos a que se construyan los trasvases, y otros tres con posterioridad, para estudiar este efecto que debe prevenirse "aplicando dispositivos de barrera". Recomienda fijarse en ciertas especies como los invertebrados del fondo de los ríos de las cuencas cedentes y en las receptoras, porque estos organismos son buenos indicadores de la calidad y limpieza del agua.

Negociaciones

Por otra parte, la presentación el martes del plan dio pie al inicio de consultas entre el ministro de Medio Ambiente y los partidos políticos. El primero en acudir a la cita fue el PSOE. Según su portavoz, Cristina Narbona, el ministro se ha comprometido a negociar el plan y las posibles compensaciones, no ligadas exclusivamente al agua, con el Gobierno de Aragón, la principal comunidad autónoma que se opone al proyecto. El PSOE estudiará el plan en la reunión que mantendrá la Ejecutiva el próximo lunes en Bilbao.El secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió al Gobierno que aplique "una cultura federal" a su política para pactar el PHN con todas las comunidades autónomas, informa Juan J. Gómez. Dijo que "España necesita una política de cohesión integrada, por lo que no se puede abordar la planificación del agua sin abordar la de los espacios medioambientales, la deforestación o las infraestructuras".

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