Cartas al director

Prohibido compartir

Desde hace unos meses soy consciente de la existencia en el mercado alimentario para niños de un producto derivado lácteo que se consume en forma bebible: Actimel. Dicho preparado, según la publicidad, parece que contiene una bacteria necesaria para "reforzar" la defensa inmunitaria intestinal de los niños, a cuyo consumo se dirige un anuncio televisivo.En dicho anuncio existe una secuencia en la que un niño y una niña, guapísimos, bien vestidos, limpísimos y de aspecto sanísimo, comparten un cucurucho (primero lo chupa ella y luego se lo pasa a él, quien, a su vez, también lo chupa), mientras...

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Desde hace unos meses soy consciente de la existencia en el mercado alimentario para niños de un producto derivado lácteo que se consume en forma bebible: Actimel. Dicho preparado, según la publicidad, parece que contiene una bacteria necesaria para "reforzar" la defensa inmunitaria intestinal de los niños, a cuyo consumo se dirige un anuncio televisivo.En dicho anuncio existe una secuencia en la que un niño y una niña, guapísimos, bien vestidos, limpísimos y de aspecto sanísimo, comparten un cucurucho (primero lo chupa ella y luego se lo pasa a él, quien, a su vez, también lo chupa), mientras una voz en off dice: "... para ellos es compartir...". En la siguiente escena se ve el rostro de una madre preocupada, mientras la misma voz en off dice: "... para usted, un posible riesgo...".

Dejando aparte la bondad o no del producto y la validez científica de las afirmaciones que se vierten sobre él en la publicidad, desde el punto de vista de la educación para la salud de la población y del sentido común, el último comentario en off es totalmente falso, además de peligroso. Contradice todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias en caso de que alguno de los niños sea portador de una enfermedad infecciosa, por ejemplo, la más importante actualmente como es el sida. Con el agravante de que se afirma de una forma gratuita y en referencia a niños sanos.

Si esta madre se cree la existencia de tal riesgo, está muy equivocada. Si la empresa anunciante o su cliente elaboradora del producto se lo creen, es que están mal informadas. Sencillamente, no se puede decir que el hecho de que dos niños chupen el mismo helado supone un riesgo para su salud.- Óscar García Algar. Médico. Barcelona.

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