ELA anuncia que "radicalizará" su presión al Gobierno en contra de la liberalización de horarios comerciales

El sindicato nacionalista ELA anunció ayer que "reactivará y radicalizará" la presión sobre el Gobierno en protesta por la liberalización de los horarios de los establecimientos comerciales. ELA ha mostrado siempre su oposición tajante al decreto liberalizador aprobado en junio por el Ejecutivo central y ha pedido en repetidas ocasiones al Gobierno vasco que se oponga a él.Según señaló en un comunicado la primera central vasca, el decreto no responde más que a la presión de las grandes superficies. Para ELA, la liberalización supone "una agresión directa a los trabajadores, en especial a los d...

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El sindicato nacionalista ELA anunció ayer que "reactivará y radicalizará" la presión sobre el Gobierno en protesta por la liberalización de los horarios de los establecimientos comerciales. ELA ha mostrado siempre su oposición tajante al decreto liberalizador aprobado en junio por el Ejecutivo central y ha pedido en repetidas ocasiones al Gobierno vasco que se oponga a él.Según señaló en un comunicado la primera central vasca, el decreto no responde más que a la presión de las grandes superficies. Para ELA, la liberalización supone "una agresión directa a los trabajadores, en especial a los de los grandes almacenes" y cree que "repercutirá en la precariedad de las plantillas y creará una situación de plena disponibilidad" de los trabajadores.

El sindicato, que en ocasiones anteriores ya ha reclamado al Gobierno vasco que se enfrente al decreto del Ejecutivo central y que emplee al máximo su capacidad normativa propia, considera necesaria una negociación colectiva para fijar los derechos y condiciones de los trabajadores, lo que serviría para poder limitar "la potestad absoluta de las empresas de disponer del tiempo libre de su plantilla". Para ello, el sindicato pretende establecer un convenio para "defender en Euskadi un sector comercial regular y moderno, no orientado en exclusiva hacia el consumismo artificial y desbocado".

El enfrentamiento entre el Govierno vasco y el Ejecutivo central se remonta a 1996, cuando una ley orgánica elaborada por el PSOE establecía la libertad de horarios a partir de 2001 y, como fórmula transitoria, permitía la apertura durante un mínimo de ocho festivos al año, así como durante 72 horas semanales. La ley dejaba en manos de las autonomías otro tipo de limitaciones.

La falta de acuerdo entre el PSE, que abogaba por la libertad total, y el PNV, que era contrario, impidió elaborar una norma propia que regulase el asunto en el País Vasco. Así, en la práctica hay una libertad legal para abrir los 365 días del año durante las 24 horas, libertad autorregulada por el sector tras las presiones de los sindicatos y la oposición de los pequeños comercios.

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