Un enorme vertido de petróleo amenaza las cataratas del Iguazú

La ruptura de un oleoducto liberó 4 millones de litros de combustible

La empresa estatal de Petróleo de Brasil (Petrobras) aseguró ayer haber logrado contener la enorme mancha de crudo que ha cubierto más de 20 kilómetros del río Iguazú, en el sur del país. El origen de la mancha es el vertido de cuatro millones de litros de petróleo tras la ruptura, el domingo, de un oleoducto. Los ecologistas brasileños no comparten este optimismo y creen que la contaminación amenaza al río Paraná y las cataratas del Iguazú.

Este es el segundo desastre ecológico protagonizado por Petrobras en menos de siete meses. En enero, la ruptura en uno de sus oleoductos submarinos...

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La empresa estatal de Petróleo de Brasil (Petrobras) aseguró ayer haber logrado contener la enorme mancha de crudo que ha cubierto más de 20 kilómetros del río Iguazú, en el sur del país. El origen de la mancha es el vertido de cuatro millones de litros de petróleo tras la ruptura, el domingo, de un oleoducto. Los ecologistas brasileños no comparten este optimismo y creen que la contaminación amenaza al río Paraná y las cataratas del Iguazú.

Este es el segundo desastre ecológico protagonizado por Petrobras en menos de siete meses. En enero, la ruptura en uno de sus oleoductos submarinos provocó el vertido de 1,3 millones de litros de crudo en la bahía de Guanabara, en Río de Janeiro. Esta mancha contaminó las playas de Copacabana e Ipanema y arruinó a los pescadores de la zona. La catástrofe del domingo se produce poco después de que la empresa hubiese anunciado triunfalmente la producción de crudo del último año (1,3 millones de barriles de crudo diarios). Los analistas han subrayado que este nuevo accidente prueba que la empresa ha dejado de ser un ejemplo de buena gestión y, sobre todo, su incapacidad de garantizar la seguridad de sus vetustos oleoductos.

"Tras dos días de trabajo ininterrumpido, los técnicos de Petrobras consiguieron frenar el avance de la mancha sobre el río Iguazú", aseguraron ayer portavoces de la empresa que se ha comprometido a limpiar el crudo derramado en un máximo de 10 días.

Los ecologistas, en cambio, advirtieron de que la mancha aún amenaza con seguir avanzando hacia las famosas cataratas de Iguazú, en la frontera con Argentina y Paraguay. Según sus cálculos, las secuelas del vertido perdurarán en el medio ambiente afectado al menos diez años.

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