Condenada la sanidad gallega por la muerte de una mujer por falta de medios

Los médicos diagnosticaron tarde una peritonitis a una embarazada

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha condenado al Servicio Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 21 millones a la familia de una mujer que murió en el hospital Materno Infantil de A Coruña por no habérsele diagnosticado a tiempo una peritonitis. El fallo admite el argumento de la defensa de que no hubo negligencia, sino falta de medios, pero afirma que los pacientes "no tienen por qué soportar la falta de medios de la administración sanitaria".

J. B. M. tenía 28 años en noviembre de 1992 cuando ingresó, embarazada y aquejada de vómitos y fuertes dolores de estómago, en el ...

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El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha condenado al Servicio Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 21 millones a la familia de una mujer que murió en el hospital Materno Infantil de A Coruña por no habérsele diagnosticado a tiempo una peritonitis. El fallo admite el argumento de la defensa de que no hubo negligencia, sino falta de medios, pero afirma que los pacientes "no tienen por qué soportar la falta de medios de la administración sanitaria".

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J. B. M. tenía 28 años en noviembre de 1992 cuando ingresó, embarazada y aquejada de vómitos y fuertes dolores de estómago, en el hospital Materno Infantil de A Coruña. Los médicos, tras examinarla, le recetaron antiácidos y la enviaron a su domicilio, pero como los dolores no remitían, la paciente volvió al centro hospitalario dos días después.En esta ocasión, los servicios de ginecología comprobaron que el embarazo se desarrollaba normalmente, pero decidieron ingresarla y solicitar una revisión a los especialistas de aparato digestivo. Durante cuatro días y pese a los calmantes, los síntomas epigástricos de J. B. M. se mantuvieron e incluso se incrementaron, mientras los análisis ginecológicos seguían sin mostrar anormalidad alguna, aunque una ecografía reveló alteraciones intestinales.

Un día después, los ginecólogos apreciaron una contractura en el útero y decidieron practicarle una cesárea. En la operación, los médicos descubrieron una perforación intestinal y una peritonitis y decidieron internarla en la UCI. Sin embargo, una infección generalizada provocó su fallecimiento y el del feto 20 días después.

Dos años más tarde, el esposo y la hija de la mujer se decidieron a presentar denuncia, solicitando una indemnización de 75 millones de pesetas. Ahora, el Tribunal Superior ha dictaminado que los servicios médicos atendieron correctamente a J. B. M. en su primera visita, pero después no pusieron todos los medios a su alcance para preservar la salud de la paciente. En concreto, los magistrados dan por probada la falta de atención del servicio de aparato digestivo, que no llegó a examinarla desde su ingreso, pese a la solicitud realizada por el servicio de ginecología. Por ello, condenan a la administración sanitaria al pago de 21 millones de pesetas más los intereses devengados desde 1994, año en que se realizó la reclamación.

La sentencia rechaza el argumento de los letrados del Sergas, que admitían la tardanza en el diagnóstico como causa de la muerte, pero la atribuían a la falta de medios y no a la negligencia. Aun admitiendo ese razonamiento, el tribunal establece que el administrado no tiene por qué ser víctima de esas carencias. Igualmente, se desestimó una reclamación de la Consejería de Sanidad hacia el Sergas, basada en que este servicio es un organismo autónomo. El tribunal considera que las complejidades de la organización administrativa sanitaria no pueden incidir negativamente en la atención a los pacientes.

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