Protesta en China por la subasta de piezas procedentes de saqueos

Dos empresas chinas fueron las compradoras de sendas piezas que fueron saqueadas por las tropas francesas y británicas durante la guerra del opio y que Pekín reclama como parte de su patrimonio, en una subasta celebrada ayer en la casa Sotheby's de Hong Kong. Mientras, 10 activistas del Grupo de Acción 5 de Abril realizaron una ruidosa protesta a la entrada de la sala donde se realizó la transacción, por la que exigían a Sotheby's que accediera a las demandas de Pekín de que no se celebrara la subasta de las piezas, robadas del Palacio de Verano de Pekín en 1860, y que se devolvieran sin condi...

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Dos empresas chinas fueron las compradoras de sendas piezas que fueron saqueadas por las tropas francesas y británicas durante la guerra del opio y que Pekín reclama como parte de su patrimonio, en una subasta celebrada ayer en la casa Sotheby's de Hong Kong. Mientras, 10 activistas del Grupo de Acción 5 de Abril realizaron una ruidosa protesta a la entrada de la sala donde se realizó la transacción, por la que exigían a Sotheby's que accediera a las demandas de Pekín de que no se celebrara la subasta de las piezas, robadas del Palacio de Verano de Pekín en 1860, y que se devolvieran sin condiciones a China.Los manifestantes lograron traspasar el cerco de policías y de los servicios de seguridad que vigilaban la entrada del hotel Shangri-la, en el centro de Hong Kong, y llegaron a la puerta de la sala de subastas, donde unos 20 agentes formaban una barrera que les impidió entrar. Las piezas, una vasija hexagonal y una figura de bronce que representa una cabeza de tigre, ambas del siglo XVIII, fueron adquiridas por 4,66 millones de dólares por las compañías chinas, con lo que se asegura su retorno al país de donde fueron saqueadas por las tropas francesas y británicas. Al comenzar la subasta de la primera pieza, la vasija encargada por el emperador Qianlong, de la dinastía Qing, en 1743, uno de los asistentes se levantó de su asiento y comenzó a gritar para que se detuviera la transacción.

Acto vergonzoso

El solitario manifestante, identificado como un empresario de nombre Chan, calificó la subasta de "un acto vergonzoso", que comparó con una extorsión. Después de que Chan abandonara la sala acompañado por miembros del servicio de seguridad, comenzó una fuerte puja por la vasija entre un representante de la compañía de antigüedades de Pekín y un postor por teléfono. El hombre de Pekín ganó la puja al ofrecer 2,4 millones de dólares por el objeto y, tras señalar que su empresa contaba con el total respaldo de Pekín, aseguró que la pieza sería donada al Yuan Ming Yuan, el viejo Palacio de Verano.

El comprador subrayó que la compra, cuyo precio final, incluido el 10% de comisión de Sotheby's, fue de 2,69 millones de dólares, fue "barata". Tras esa primera transacción, los manifestantes reanudaron sus protestas. La segunda pieza fue vendida a China Poly Group por 1,97 millones de dólares. Esa misma empresa adquirió el pasado domingo otras dos obras de bronce, una cabeza de mono y otra de buey, en la subasta organizada por Christie's, por algo más de dos millones de dólares (más de 300 millones de pesetas). China Poly pretende mostrar las piezas en un museo que abrió en Pekín y en el que se exponen obras saqueadas y posteriormente recuperadas en subastas. Pese a las peticiones de Pekín de que las subastas no se llevaran a cabo, el Gobierno de Hong Kong alegó que no había leyes locales que las prohibieran.

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