Divergencias en el consejo

Caja de Asturias mantiene una posición afín y de entendimiento con el Gobierno socialista de Asturias, cuyo presidente, Vicente Álvarez Areces, reiteró en los últimos días que la oferta de Fenosa no garantizaba suficientemente los intereses industriales y estratégicos de la comunidad autónoma e invitó a otros posibles pretendientes a que lanzasen ofertas competidoras sobre Cantábrico.Pero la situación creada tras la negativa de los accionistas a allanar el camino de Fenosa abre no sólo un futuro inmediato muy incierto para la OPA lanzada por esta sociedad, sino que coloca a Cantábrico en una p...

Caja de Asturias mantiene una posición afín y de entendimiento con el Gobierno socialista de Asturias, cuyo presidente, Vicente Álvarez Areces, reiteró en los últimos días que la oferta de Fenosa no garantizaba suficientemente los intereses industriales y estratégicos de la comunidad autónoma e invitó a otros posibles pretendientes a que lanzasen ofertas competidoras sobre Cantábrico.Pero la situación creada tras la negativa de los accionistas a allanar el camino de Fenosa abre no sólo un futuro inmediato muy incierto para la OPA lanzada por esta sociedad, sino que coloca a Cantábrico en una posición cuando menos atípica.

No sólo está dividida la posición de la masa accionarial sobre cuál debe ser el futuro de la compañía, como ayer quedó de manifiesto en la junta general de accionistas, sino que, como el propio presidente de Cantábrico, Óscar Fanjul, reconoció públicamente, también existen divergencias de criterio en el seno del consejo de administración y del comité ejecutivo.

Esta revuelta situación también afectó ayer a la evolución en Bolsa de Cantábrico. Sus títulos perdieron un 3,42% para cerrar a 23,19 euros. Por contra, las acciones de Unión Fenosa se revalorizaron un 0,7% y acabaron la jornada a 21,16 euros, tras haber movido algo menos de un millón de títulos.