El respeto a los derechos humanos vuelve a interponerse entre Cuba y la UE
La decisión de Cuba de anular la visita a La Habana de una representación oficial de la Unión Europea (UE) pone en cuestión la voluntad cubana de ingresar en la Convención de Lomé. Al mismo tiempo permite ganar posiciones dentro de la UE a aquellos países que, como el Reino Unido y Holanda, se oponen al ingreso cubano. La Habana justificó su decisión de anular la visita como represalia por la condena de Naciones Unidas a Cuba por la violación de los derechos humanos en la isla.La decisión de La Habana supone un dramático paso atrás en las conversaciones que mantienen europeos y cubanos para lo...
La decisión de Cuba de anular la visita a La Habana de una representación oficial de la Unión Europea (UE) pone en cuestión la voluntad cubana de ingresar en la Convención de Lomé. Al mismo tiempo permite ganar posiciones dentro de la UE a aquellos países que, como el Reino Unido y Holanda, se oponen al ingreso cubano. La Habana justificó su decisión de anular la visita como represalia por la condena de Naciones Unidas a Cuba por la violación de los derechos humanos en la isla.La decisión de La Habana supone un dramático paso atrás en las conversaciones que mantienen europeos y cubanos para lograr la plena integración de la isla en el Convenio ACP, la llamada Convención de Lomé, donde están agrupados los países pobres de África, el Caribe y el Pacífico. Cuba figura ya como observador de Lomé, pero no como miembro de pleno derecho.
La troika, que debía estar encabezada por el secretario de Estado portugués para la Cooperación, Luis Amado, iba a visitar Cuba por primera vez los próximos días 26 y 27 de este mes. Tenía que haber sido la primera visita de la troika a Cuba y el primer viaje oficial de la UE tras la ruptura del diálogo político en 1996.
Pero las autoridades europeas se enteraron a primera hora del Viernes Santo de que el Gobierno cubano había anulado la cita. Explicación: "No se dan las condiciones para la visita". Motivo: el martes pasado en Ginebra, Naciones Unidas había aprobado con 21 votos a favor, 18 en contra y 14 abstenciones una resolución presentada conjuntamente por la República Checa y Polonia en la que se condena el régimen político castrista y la represión política y religiosa en Cuba. Era la segunda condena contra Cuba a instancias de estos dos antiguos satélites de la extinta Unión Soviética. "Es una maniobra contra Cuba dirigida por Estados Unidos y secundada por la hipocresía y el racismo de Europa", afirman las autoridades cubanas. Consecuencia: no hay viaje de los europeos.