Condena de tres meses para el ex capitán argentino Astiz por apología del crimen
El ex capitán de la Armada argentina Alfredo Astiz, de 48 años, fue condenado ayer a la pena de tres meses de prisión "en suspenso" por "apología del crimen". El ex oficial, que no puede salir del país -porque sería detenido y sometido a proceso ante tribunales de España y Francia que le requieren por graves violaciones de derechos humanos-, no ingresará en prisión si no comete en ese plazo otro delito. Astiz ya había estado en prisión preventiva acusado por el secuestro, la tortura y el asesinato de dos monjas francesas y de la joven sueca Dagmar Hagelin durante la llamada "guerra sucia" que ...
El ex capitán de la Armada argentina Alfredo Astiz, de 48 años, fue condenado ayer a la pena de tres meses de prisión "en suspenso" por "apología del crimen". El ex oficial, que no puede salir del país -porque sería detenido y sometido a proceso ante tribunales de España y Francia que le requieren por graves violaciones de derechos humanos-, no ingresará en prisión si no comete en ese plazo otro delito. Astiz ya había estado en prisión preventiva acusado por el secuestro, la tortura y el asesinato de dos monjas francesas y de la joven sueca Dagmar Hagelin durante la llamada "guerra sucia" que desató la dictadura, pero las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida -dictadas durante el Gobierno de Raúl Alfonsín- le libraron del proceso. En 1990, un tribunal francés juzgó a Astiz en rebeldía y lo condenó a prisión perpetua por la desaparición en 1977 de las monjas Leonie Duquet y Alice Domon.El tribunal que le condenó ahora consideró que, en sus declaraciones publicadas por la revista Trespuntos de Buenos Aires, Astiz "exaltó y justificó conductas delictuales". Durante la entrevista de dos horas concedida a la periodista argentina Gabriela Cerruti, el llamado Ángel Rubio, que también utilizó los sobrenombres de Gustavo Niño y Alberto Escudero cuando integró los "grupos de tareas" de la marina -que secuestraron, torturaron y mataron a miles de ciudadanos en el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada-, se había reconocido como "el hombre más capacitado para matar a un político o un periodista". Astiz dijo que toda la declaración que se le atribuía no se correspondía con la conversación "informal" que había mantenido con la periodista y que ciertas afirmaciones le parecían "horrorosas".