Straw decidirá sobre Pinochet conforme a la ley británica y europea

El ministro de Interior británico, Jack Straw, declaró ayer que estudiará "lo más rápida y cuidadosamente posible las alegaciones presentadas por España, Bélgica, Francia y Suiza , dentro de los límites impuestos por el Convenio Europeo de Extradición y la ley británica". El ministro explicó ayer que no había podido ver los escritos recibidos el martes y que anunciará la decisión "en su debido momento".

La idea de que el anuncio de liberación podría ser hoy quedó ayer descartada, y dado el receso parlamentario de estos días se estima que podría tener lugar la semana próxima, aunque otra...

El ministro de Interior británico, Jack Straw, declaró ayer que estudiará "lo más rápida y cuidadosamente posible las alegaciones presentadas por España, Bélgica, Francia y Suiza , dentro de los límites impuestos por el Convenio Europeo de Extradición y la ley británica". El ministro explicó ayer que no había podido ver los escritos recibidos el martes y que anunciará la decisión "en su debido momento".

La idea de que el anuncio de liberación podría ser hoy quedó ayer descartada, y dado el receso parlamentario de estos días se estima que podría tener lugar la semana próxima, aunque otras fuentes no descartan que pueda ser este mismo viernes.En una entrevista de radio, el ministro Straw explicó que se halla muy ocupado con la tramitación de la ley del jurado en el Reino Unido y que si bien había recibido las alegaciones de España, Bélgica, Francia y Suiza sobre el informe médico británico que servirá de base a la liberación del general Pinochet, "no he podido ni mirarlos". Y agregó: "Los estudiaré lo más rápida y cuidadosamente posible, dentro de los límites impuestos por el Convenio Europeo de Extradición y la ley británica". Preguntado por el calendario previsto, el ministro señaló: "Voy a tomar la decisión y haré el anuncio en su debido momento".

Fuentes jurídicas señalaron ayer que la parte de los informes de los cuatro países en la que se cuestiona el informe médico firmado por los médicos británicos que examinaron a Pinochet el pasado 5 de enero, ha sido entregada para su estudio al médico jefe del Home Office, Liam Donaldson, quien informará al ministro Straw sobre la opinión que le merecen las observaciones realizadas. Es posible que Donaldson, dijo una fuente, tenga que realizar alguna consulta con el jefe del equipo que revisó a Pinochet, el profesor de Oxford John Grimley Evans.

La mayor parte de los comentarios -tanto de los médicos españoles designados por el juez Baltasar Garzón como de los expertos nombrados por el juez Damien Vandermeersch en Bélgica- apuntan a cuestionar los tests realizados por la neuropsicóloga María Wyke, que si bien no formó parte del equipo de tres médicos que firmó el informe utilizado para adoptar la decisión preliminar de liberar a Pinochet, tuvo un papel decisivo a la hora de diagnosticar que el ex dictador "no sería capaz de soportar la complejidad legal de un juicio".

La opinión expresada de manera independiente por los ocho especialistas españoles coincide también con dos médicos británicos que han escrito, tras conocer el informe médico, al ministro Jack Straw. El doctor Robert Howard, del Instituto de Psiquiatría en el Maudsley Hospital, especialista en tercera edad, señala que "la doctora Wyke concluye que el senador Pinochet está funcionando dentro de la media baja en los tests realizados". Howard dice que "por definición, el 50 % de la población funcionaría en este nivel y sería difícil imaginar que toda esta gente debería ser considerada intelectualmente incapacitada para ser sometida a juicio". Howard observa que los otros comentarios sobre las "funciones cognitivas" del ex dictador "son más subjetivos y no están basados en tests estandarizados". Fuentes ministeriales dijeron ayer que no existe calendario para la decisión de Straw. Con todo, dado el ánimo ya expresado por el ministro de explicar su decisión en el Parlamento y que éste estará en receso hasta el próximo lunes, se estima que la decisión podría quedar pendiente para la semana entrante.