El Bolsín de Ciudad Rodrigo ofrece un bajo nivel de aspirantes a toreros Sólo El César apunta maneras en la selección de nuevos valores

Todos los fines de semana, desde el pasado día 5, se realizan pruebas de selección del medio centenar de aspirantes a fenómenos inscritos en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Salvo alguna agradable sorpresa -caso de El César-, el nivel de cualidades toreras de los aspirantes no pasa de mediocre, pues apenas alcanzan unos mínimos exigibles para ejercer la profesión taurina

Cincuenta eran los aspirantes a fenómeno cuando en la placita de Buenamadre, a la vera de la ermita donde se venera a la Virgen de los Remedios, comenzó todo este trajín de volteretas, ilusiones y desenc...

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Todos los fines de semana, desde el pasado día 5, se realizan pruebas de selección del medio centenar de aspirantes a fenómenos inscritos en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Salvo alguna agradable sorpresa -caso de El César-, el nivel de cualidades toreras de los aspirantes no pasa de mediocre, pues apenas alcanzan unos mínimos exigibles para ejercer la profesión taurina

Cincuenta eran los aspirantes a fenómeno cuando en la placita de Buenamadre, a la vera de la ermita donde se venera a la Virgen de los Remedios, comenzó todo este trajín de volteretas, ilusiones y desencantos. También figura alguna grata novedad, como el buen tono del joven madrileño apodado El César (nada menos), pero realmente el nivel no rebasa ni con mucho lo aceptable. La participación femenina en la inscripción ha sido mínima: la vallisoletana Patricia Olcina y Petra Pina, una salmantina de Aldehuela de Bóveda.Los torerillos, que ahora se presentan en el campo instalados en lujosos vehículos y acompañados por un grupo de seguidores-cuidadores-consejeros, suelen seguir fielmente el ejemplo que les vienen dando los toreros que más funcionan en la actualidad. De forma que las muletas no se suelen adelantar, las apreturas no existen y el remate no tiende a la cadera propia sino a la de quienes están viendo el asunto desde un burladero.

Esta es la estampa habitual lo mismo entre quienes vienen de Madrid, Albacete, Córdoba o Vitoria como entre los locales, que constituyen un tercio de los 37 aspirantes que superaron las primeras pruebas.

El sábado y el domingo próximos volverán a verse las caras en la placita del hotel Conde Rodrigo, en Ciudad Rodrigo, y el día 27, en la plaza mirobriguense de Santa Cruz tendrá lugar la final, de la que saldrán los cinco concursantes que matarán un becerro durante las fiestas de carnaval, así como el triunfador del certamen. Este será dado a conocer el 2 de marzo, día en el que Agustín García Sánchez, director del Centro de Investigación del Toro de Lidia, pronunciará el pregón del Bolsín.

Las pruebas se han celebradon también en la finca El Pedazo, en el término de Fuenteguinaldo. Y las becerras, que fueron bien tentadas por los piqueros Paco Tapia (llamado El Pálido, por lo contrario) y Javier González, fueron puestas en suerte por los novilleros salmantinos Salvador Ruano, José Gómez, Antonio Chanca y Arturo Martín, entre otros.

Dentro del Carnaval de Miróbriga se incluyen también dos festivales. Y no faltará el eterno maletilla Conrado, sexagenario, entusiasta y especialista en pases por alto.

Festival en Córdoba

Antoñete y Curro Romero no torean en el festival a beneficio de la lucha contra el cáncer, para el que estaban anunciados hoy, en Córdoba.

El cartel está formado por Emilio Muñoz, Finito de Córdoba, El Tato, Javier Conde, Dávila Miura y el rejoneador Álvaro Montes con reses de Torrealta, La Quinta, Joaquín Núñez, Diego Puerta, Victoriano del Río y Hermanos Sampedro, informa Efe.

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