Una de cada diez familias del País Vasco se niega a donar los órganos de sus parientes fallecidos

Una de cada diez familias vascas se opone a donar los órganos de sus parientes fallecidos. El porcentaje de negativas es superior en el resto de España, donde supera el 20%, y en los países de la Unión Europea llega al 30%. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, destacó ayer la "solidaridad y generosidad" de los ciudadanos vascos, que ha permitido a Euskadi llegar por primera vez durante el último año a una tasa de 50,7 donantes por millón de habitantes, la más alta del mundo. En total, a lo largo de 1999 se contabilizaron 336 donaciones de órganos.

Estas donaciones, que representan u...

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Una de cada diez familias vascas se opone a donar los órganos de sus parientes fallecidos. El porcentaje de negativas es superior en el resto de España, donde supera el 20%, y en los países de la Unión Europea llega al 30%. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, destacó ayer la "solidaridad y generosidad" de los ciudadanos vascos, que ha permitido a Euskadi llegar por primera vez durante el último año a una tasa de 50,7 donantes por millón de habitantes, la más alta del mundo. En total, a lo largo de 1999 se contabilizaron 336 donaciones de órganos.

Estas donaciones, que representan un 15,5% más que el año anterior, se distribuyeron en 12 de pulmón, 87 de hígado, 208 de riñón y 29 de corazón, según los datos ofrecidos por Inclán en el balance del año pasado. Estos órganos han ido a parar de forma mayoritaria a pacientes vascos, aunque también se han beneficiado enfermos de otras zonas, como La Rioja o los niños de la zona norte en el caso del trasplante renal, puesto que el Hospital de Cruces es la principal referencia para este tipo de operación. El Centro de Coordinación de Transplante recibió el año pasado 195 llamadas de hospitales anunciando la existencia de un posible donante. Los médicos y enfermeras que avisan sobre estos potenciales donantes son el primer eslabón de la cadena que puede culminar con un trasplante, ya que hacen saltar la alarma en el mismo momento en que surge la posibilidad de la donación.

Sin embargo, al final los 195 avisos sólo se pudieron concretar en un total de 106 donaciones. Contraindicaciones médicas en la mayoría de las ocasiones (casi el 90%) y negativas familiares (algo más del 10%) impidieron consumar todas las llamadas y situaron la tasa de donación real de órganos en 50,7 donantes por millón de habitantes. Este índice no ha sido alcanzado por ningún país del mundo y supone duplicar y hasta triplicar las tasas de las naciones más activas en este campo. Estados Unidos tiene una tasa de 21,6 por millón, Francia de 16,5 y el Programa Europeo de Trasplantes de 14,4.

Según el consejero, las causas de la negativa familiar se deben en el 50% de los casos a que el paciente ya expresó en vida su rechazo a donar. El resto rechaza la operación porque "la familia está encerrada en el dolor y no puede o no quiere entender; otros aducen miedo al deterioro de la imagen del cadáver; algunos tienen problemas de tipo religioso y otros tienen una idea distorsionada y creen que los órganos se van a comercializar".

"Esfuerzo solidario"

Inclán aseguró que la probabilidad de lograr un trasplante de órganos en Euskadi es "muy alta", pero recordó que, pese a los avances producidos y las altas tasas de donación, aún existen 600 pacientes en tratamiento de diálisis (deben acudir al hospital para que una máquina supla las funciones del riñon) y una lista de personas a la espera de un órgano (de 10 a 12 aguardan un hígado; 4, un corazón y 2, unos pulmones).

"Esto nos obliga", subrayó el titular de Sanidad, "a continuar llevando a cabo un esfuerzo solidario, implicando a la sociedad en general para que todos estos enfermos puedan llegar y alcanzar su esperanza: el trasplante".

En el programa de trasplantes del País Vasco destaca el de riñón, con una historia que abarca ya 21 años, y el de hígado, que comenzó en 1997. Durante 1999 se trasplantaron 149 riñones a pacientes vascos, de La Rioja y a niños de las comunidades de la cornisa cantábrica. El Hospital de Cruces ha sido el centro con mayor actividad trasplantadora renal de toda España, superando los 60 por millón de personas.

Los pacientes trasplantados de riñón tienen una supervivencia superior al 90% a los cinco años, momento en el que se considera que el órgano está ya perfectamente adaptado al receptor. Cruces también fue el centro de referencia para los trasplantes de hígado. Se realizaron 74. La supervivencia a los cinco años está entre el 70% y el 75%.

Por otra parte, el trasplante de tejidos también ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. En 1999, se realizaron 185 de córnea, 112 de médula ósea y 423 oseotendinosos (de hueso y tendones).

El consejero recordó que el pasado mes de enero entró en vigor una nueva normativa sobre la donación-trasplante de órganos. Entre los aspectos más novedosos destacó el reconocimiento de nuevas técnicas diagnósticas de muerte (que pueden sustituir al tradicional encefalograma), la prohibición expresa de la publicidad de donación en beneficio de personas concretas y el impedimiento de ofertar un órgano a cambio de algún tipo de gratificación, lo que certifica el espíritu altruista de la donación.

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