El Gobierno logra aprobar sus últimos Presupuestos pese al rechazo del PNV

Los últimos Presupuestos de la legislatura fueron definitivamente aprobados ayer en el Congreso con el apoyo del PP, CiU y Coalición Canaria y los votos en contra del PSOE, Izquierda Unida, Grupo Mixto y, por primera vez en estos últimos años, del PNV. El rechazo de los nacionalistas vascos ha hecho que estos Presupuestos hayan salido adelante con el menor respaldo de toda la legislatura, pese a lo cual, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, mostró ayer su satisfacción por "la estabilidad política y parlamentaria" que -a duras penas- se ha mantenido hasta el final. Pa...

Los últimos Presupuestos de la legislatura fueron definitivamente aprobados ayer en el Congreso con el apoyo del PP, CiU y Coalición Canaria y los votos en contra del PSOE, Izquierda Unida, Grupo Mixto y, por primera vez en estos últimos años, del PNV. El rechazo de los nacionalistas vascos ha hecho que estos Presupuestos hayan salido adelante con el menor respaldo de toda la legislatura, pese a lo cual, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, mostró ayer su satisfacción por "la estabilidad política y parlamentaria" que -a duras penas- se ha mantenido hasta el final. Para remate, el portavoz socialista, Ángel Martínez Sanjuán, auguró una vida efímera a estos Presupuestos ya que, si el PSOE gana las próximas elecciones de marzo, los cambiará.

Los Presupuestos que entrarán en vigor el 1 de enero y la denominada Ley de Acompañamiento superaron el paso final del Congreso, pero el debate quedó bastante oscurecido por el de la Ley de Extranjería, que se tramitó a continuación. El respaldo conseguido a las cuentas públicas palideció ante la derrota en esta última ley y fue menos triunfal que otros años al no contar el Gobierno con el apoyo de los nacionalistas vascos.La ruptura de la tregua de ETA y la crisis con el PNV, el ambiente preelectoral, la polémica de las pensiones con los Gobiernos de las comunidades autónomas y el escándalo de los sobresueldos multimillonarios en Telefónica, han hecho que, durante los casi tres meses de tramitación parlamentaria, se hablara mucho más de todos estos asuntos que de los Presupuestos en sí. El Ejecutivo llega, además, al final de la legislatura con una situación económica que por primera vez en estos últimos años presenta algunas sombras.

Tras la votación de las enmiendas del Senado, todas aceptadas, Rato se afianzó en el "elevado crecimiento económico y de creación de empleo" y en el fomento de las políticas de "pensiones, sanidad y educación" que, aseguró, permiten estos Presupuestos. La economía crece ahora a un ritmo del 3,7%, lo previsto para el 2000, el empleo aumenta en unos 400.000 puestos de trabajo al año, lo esperado para el año próximo, y el gasto social crecerá un 6%. El déficit público se reducirá hasta el 0,8% del PIB, el gasto de las Administraciones centrales (Estado y Seguridad Social) asciende a 32,68 billones de pesetas, un 4,7% más que el año anterior, y los ingresos se elevan a 31,68 billones, un 7% más.

Frente a estos logros, la inflación se ha dado la vuelta y el pasado noviembre subió al 2,7%, desde el mínimo histórico del 1,4% alcanzado en 1998. Esta desviación ha obligado a introducir en el Senado una enmienda para compensar a los pensionistas con 115.000 millones este año. Pese a que la inflación está fuera de control y amenazada desde varios frentes, estos Presupuestos sitúan en el 2% el objetivo para el 2000. En este porcentaje se han subido los sueldos de los funcionarios y las pensiones, salvo las más bajas que se elevan entre un 4,1% y un 16%, según los casos.

A juicio del principal partido de la oposición, los Presupuestos del año que viene son, según su portavoz ayer, Martínez Sanjuan, "inflacionistas" y no sirven para corregir los déficit que existen en inversión en infraestructuras, para mejorar la cobertura a los parados o para aumentar las pensiones. Martínez Sanjuán insistió en denunciar la utilización de la Ley de Acompañamiento para realizar reformas de lo más variopinto y que exceden de su ámbito. Por ejemplo, para cambiar la LOGSE, permitir la unificación de los cuerpos de notarios y registradores de la propiedad, dejar que las televisiones autonómicas puedan emitir en territorios colindantes o impedir que empresas públicas extranjeras tomen una participación de más del 3% en eléctricas españolas.

Concluyó que los socialistas aspiran a gestionar los Presupuestos del 2000 y que los cambiarán, si ganan las elecciones. No modificarán la tarifa del IRPF que entró en vigor este año, aunque reformarán el tratamiento de las plusvalías o de los fondos de inversión. Rato, por su parte, insinuó que en el programa del PP no incluirá una nueva rebaja del IRPF. "Estamos ya a la cabeza de Europa", aseguró.

El PSOE arremetió contra las denominadas opciones sobre acciones de Telefónica que tras la enmienda del Senado, ratificada en el Congreso, deberán detallarse a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el caso de los administradores de la empresa y de forma agrupada en el de los directivos, si se conceden antes de fin de año.