Quince directores de cine escriben relatos para el libro 'Cuentos sin cámara'
"Es una curiosa contradicción, muchos directores confiesan que ellos hubieran querido ser escritores y al mismo tiempo nos encontramos continuamente con autores que te dicen "qué suerte ser director de cine"", dice Manuel Gutiérrez Aragón, uno de los escritores-directores de Cuentos sin cámara (Alfaguara). Seleccionado y prologado por el cineasta José Luis Borau, también autor de uno de los cuentos, el libro incluye relatos de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Jaime de Armiñán, Isabel Coixet, Fernando Fernán-Gómez, José Luis Garci, Chus Gutiérrez, Manuel Gutiérrez Aragón, Alex de la Iglesia...
"Es una curiosa contradicción, muchos directores confiesan que ellos hubieran querido ser escritores y al mismo tiempo nos encontramos continuamente con autores que te dicen "qué suerte ser director de cine"", dice Manuel Gutiérrez Aragón, uno de los escritores-directores de Cuentos sin cámara (Alfaguara). Seleccionado y prologado por el cineasta José Luis Borau, también autor de uno de los cuentos, el libro incluye relatos de Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Jaime de Armiñán, Isabel Coixet, Fernando Fernán-Gómez, José Luis Garci, Chus Gutiérrez, Manuel Gutiérrez Aragón, Alex de la Iglesia, Fernando León, Santiago Segura, Gonzalo Suárez, David Trueba y Rosa Vergés.El libro fue presentado, el pasado lunes, en la Filmoteca Nacional, situada en el cine Doré, de Madrid, en un acto en el que no sólo participaron algunos de estos "turistas literarios", tal y como fueron definidos por Fernando León, sino también otros colegas del mundo del cine como Aitana Sánchez-Gijón, presidenta de la Academia del Cine; Marisa Paredes o Icíar Bolláin.
Borau recordó que en el libro también se quería contar con otros cineastas como Carlos Saura, Arturo Ripstein o Icíar Bolláin, pero todos estaban abrumados por la falta de tiempo.
Todos los autores coincidían en que este libro les había posibilitado contar historias sin necesidad de someterlas al sufrimiento del via crucis que supone un rodaje en el que, como dijo Rosa Vergés, sólo se parte de un guión que no es más que un esqueleto, que se rellena con otra mucha gente y otros muchos talentos: "En este caso, me abruma el hecho de que sólo me enfrento al talento del lector", dijo la ahora escritora.