Cataluña pide la creación de la figura del contratado

La Generalitat de Cataluña ha pedido al Gobierno que incluya en los reales decretos sobre el profesorado un apartado que abre a las comunidades la posibilidad de contratar de forma permanente profesores que no sean funcionarios. Así se refleja en una carta enviada por el máximo responsable catalán de Universidad, Andreu Mas-Colell, al secretario de Estado de Educación y Universidades, Jorge Fernández Díaz. Algunos expertos dudan, sin embargo, de que sea posible crear esa nueva figura sin vulnerar la Ley de Reforma Universitaria. El objetivo del Gobierno catalán es ir creando un cuerpo propio d...

La Generalitat de Cataluña ha pedido al Gobierno que incluya en los reales decretos sobre el profesorado un apartado que abre a las comunidades la posibilidad de contratar de forma permanente profesores que no sean funcionarios. Así se refleja en una carta enviada por el máximo responsable catalán de Universidad, Andreu Mas-Colell, al secretario de Estado de Educación y Universidades, Jorge Fernández Díaz. Algunos expertos dudan, sin embargo, de que sea posible crear esa nueva figura sin vulnerar la Ley de Reforma Universitaria. El objetivo del Gobierno catalán es ir creando un cuerpo propio de profesores universitarios que dependan y estén financiados por la Generalitat. Las enmiendas que quieren introducir los catalanes encajan con un proyecto de carrera académica elaborado por el equipo de Jordi Pujol. El borrador del proyecto, de 14 páginas, se titula Propuesta de un esquema de carrera académica para el profesorado de las universidades catalanas.

La carrera académica tendría tres fases. Una primera de formación, de cuatro o cinco años de duración, para hacer el doctorado. Una segunda, a modo de periodo de prueba, formada por dos contratos de tres años cada uno. Y una tercera para ser profesor permanente. Para lograr este último objetivo se marcan dos vías: bien acceder a una plaza de titular o catedrático o bien a otra de profesor contratado con distintos niveles, es decir, la figura que se pretende incluir en la reforma en marcha. Está por ver a cuál de estas dos figuras se quiere dar prioridad. Si el objetivo es congelar la entrada de funcionarios, es seguro que contarán con la oposición de sindicatos como CCOO.