Un cómic vertiginoso
La fascinación de los japoneses por las formas artísticas de moda occidentales es ya leyenda. Pero el espectáculo Memorandum es un compedio de esas obnubilaciones visuales, a veces sin trascendencia, sólo compuestas de formas visuales o de referencias. Y así, lo que se plantea no es tan novedoso como puede parecer a primera vista, respirándose la huella de Bausch, Forsythe y tantos otros. El sonido pretendía dar una idea catastrofista, y llegaba al ruido gratuito, a pesar de que a veces la combinación de las proyecciones y la pantomima se acercaban a un cómic vertiginoso, enloquecido, d...
La fascinación de los japoneses por las formas artísticas de moda occidentales es ya leyenda. Pero el espectáculo Memorandum es un compedio de esas obnubilaciones visuales, a veces sin trascendencia, sólo compuestas de formas visuales o de referencias. Y así, lo que se plantea no es tan novedoso como puede parecer a primera vista, respirándose la huella de Bausch, Forsythe y tantos otros. El sonido pretendía dar una idea catastrofista, y llegaba al ruido gratuito, a pesar de que a veces la combinación de las proyecciones y la pantomima se acercaban a un cómic vertiginoso, enloquecido, de presagios alienantes para el habitante de ese mundo exquisito a la vez que brutal. La danza como tal se reduce a unos bocetos aislados, planteados con claridad inicial, pero solamente apuntados en el desarrollo coreográfico. Puede pensarse que lo quieren así ex profeso, sin ahondar, pasando de prisa sobre el tema y bloqueando las formas con lo estático, lo repetitivo o lo que parezca más hermético. El público una vez más se dividió entre el fervor neomoderno y los que no aceptaron las viñetas tan plásticas a la vez que tan hueras.
Dumb type
Memorandum. Creación visual: Shiro Takatani, Takayuki Fujimoto y Hiromasa Tamari. Creación musical: Ryioji Ikeda y Toru Yamanaka. Festival de Otoño. Teatro Albéniz. Madrid. 4 de noviembre.