Las nuevas tecnologías ayudarán a los editores en el próximo milenio

¿Cuál es el futuro del libro? ¿Adónde va la industria cultural de la edición? Para intentar responder a estas preguntas el Gremio de Editores de Cataluña convocó ayer en Barcelona el seminario Editar en la primera década del nuevo milenio. "No tenemos una bola de cristal. De lo único que estamos seguros es de que vivimos un cambio continuo que se va acelerando, aunque no sabemos con qué rapidez se producirá", afirmó Fred Kobrak, de la Association of American Publishers. "No hay ninguna parte de la edición que no se haya visto afectada por el impacto de las nuevas tecnologías".

Se llegó ...

¿Cuál es el futuro del libro? ¿Adónde va la industria cultural de la edición? Para intentar responder a estas preguntas el Gremio de Editores de Cataluña convocó ayer en Barcelona el seminario Editar en la primera década del nuevo milenio. "No tenemos una bola de cristal. De lo único que estamos seguros es de que vivimos un cambio continuo que se va acelerando, aunque no sabemos con qué rapidez se producirá", afirmó Fred Kobrak, de la Association of American Publishers. "No hay ninguna parte de la edición que no se haya visto afectada por el impacto de las nuevas tecnologías".

Se llegó a una conclusión unánime: el libro en papel vivirá siempre ("así lo esperamos", dijo Kobrak) y la función social del editor permanecerá inalterable en los años que se avecinan, pero variará, está cambiando ya, el proceso de producción y distribución. "Los editores que no lo acepten tendrán problemas para sobrevivir en un mundo cada vez más competitivo". "Internet no es una evolución. Es una revolución", declaró José Antonio Pierola, de la editorial Aranzadi, adquirida por el grupo Thomson. "La tecnología no es un objetivo en sí misma, lo que importa son los contenidos". Para Aranzadi, los contenidos están claros; lo que les permite ya la edición digital es publicar en cuatro soportes diferentes: papel, CD-ROM,DVD e Internet, de forma inmediata y a un coste muy razonable. "Las empresas que sepan utilizar estas tecnologías para elaborar sus libros de manera más rápida y barata seguirán en el próximo milenio". Pierola, que hizo una didáctica exposición de cómo funciona Aranzadi, desde el teletrabajo hasta el control de documentos, hizo una apuesta por la "publicación bajo demanda" o a la carta. "Las técnicas de impresión electrónica nos permite imprimir libros de uno en uno o en tiradas muy cortas, y el coste va a ser el mismo, independientemente de la tirada".

Libros y árboles

Ello facilitará las reimpresiones y reediciones, el rescate de libros agotados, y evitará el almacenamiento y frecuente destrucción de devoluciones. "No tiene sentido que se destruyan árboles para elaborar papel y con él libros que luego serán destruidos", añadió Julià Viñuales, de Ediciones Folio y uno de los organizadores del encuentro.El escéptico Daniel Fernández, de la editorial Edhasa,que afirmó que sigue en el oficio pese a no pertenecer a la era digital, dijo que libro y electrónico son incompatibles. Como la Guardia Civil, si se es guardia no se es civil y si se es civil no se es guardia". Admitió no obstante que la edición digital les permitirá hacer tiradas más cortas y saludablemente económicas. "Nos hemos empeñado en suponer que el libro es un objeto de gran consumo. Y no es así. Si hay una demanda de 1.000 ejemplares debemos hacer una oferta de 1.000 ejemplares".

Se habló también de aspectos negativos: "La red es un gran enemigo de la lectura, sobre todo para los jóvenes y adolescentes", dijo Jesús Giralt, de Enciclopèdia Catalana. La forma de contrarrestarlo, hubo consenso, es "crear hábitos de lectura muy pronto, en la escuela".