Una red dedicada al robo de ovejas y cabras trae en jaque a los ganaderos malagueños

Una red organizada que se dedica al robo de ovejas y cabras trae en jaque a los ganaderos de la comarca del Guadalhorce. Los campesinos cifran ya las pérdidas en unos 20 millones de pesetas y en 1.000 las cabezas de ganado sustraídas. Ante esta situación, la Subdelegación del Gobierno ordenó ayer a la Guardia Civil que extreme los controles en carretera de los vehículos cargados con animales, a fin de intentar desarticular esta banda que también opera en la zona de Alhama de Granada. Según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), los ladrones utilizan furgonetas con las que irrumpen bruscament...

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Una red organizada que se dedica al robo de ovejas y cabras trae en jaque a los ganaderos de la comarca del Guadalhorce. Los campesinos cifran ya las pérdidas en unos 20 millones de pesetas y en 1.000 las cabezas de ganado sustraídas. Ante esta situación, la Subdelegación del Gobierno ordenó ayer a la Guardia Civil que extreme los controles en carretera de los vehículos cargados con animales, a fin de intentar desarticular esta banda que también opera en la zona de Alhama de Granada. Según la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), los ladrones utilizan furgonetas con las que irrumpen bruscamente en los establos, cargan entre 15 y 20 animales y huyen. "Hemos acudido a la Subdelegación del Gobierno porque ya los ganaderos se estaban poniendo nerviosos y habían organizando patrullas porque no es un robo o dos, sino una red organizada. Y en esta época se juegan buena parte de la producción", explicó Salvador Trujillo, portavoz de la UPA.

La orden de extremar los controles fue dada a la Guardia Civil por el subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio, tras la reunión que ayer mantuvo con los representantes de la organización agraria. La UPA estima que los robos denunciados representan apenas el 30% de los casos registrados ya que muchos de los productores ni siquiera comunican las sustracciones.

Trujillo afirmó que la banda intensificó su actuación en los últimos meses ante los buenos precios de chivos y borregos -unas 800 pesetas el kilo- y la descoordinación de las fuerzas de seguridad. La organización agraria cree que la mayor parte de los animales sustraídos en Málaga y Granada fue vendida en mercados de Sevilla, aunque todavía no hay ninguna pista sobre los cuatreros. Sólo se sabe que en algunos casos llegaron a actuar con furgonetas robadas, con las que rompieron el vallado de los establos y a las que luego dejaron abandonadas. Trujillo expresó su confianza en que el plan especial de la Guardia Civil ponga fin a los robos y permita dar con sus autores.

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