El entorno industrial de Barcelona recupera su tradición de 'cinturón rojo'

El área metropolitana de Barcelona fue una vez más el cinturón rojo. Las ciudades industriales del entorno barcelonés, en las que se concentra buena parte de la población catalana, cumplieron su papel de granero de votos de los socialistas catalanes y otorgaron una mayoría clara a la candidatura de Pasqual Maragall. Pese a que la participación fue algo menor que en 1995, el PSC obtuvo su mejor resultado en unas elecciones autonómicas.

En el Baix Llobregat, la coalición formada por socialistas y Ciutadans pel Canvi superó los 155.000 votos, 56.000 más que en 1995. En porcentaje, la mayor...

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El área metropolitana de Barcelona fue una vez más el cinturón rojo. Las ciudades industriales del entorno barcelonés, en las que se concentra buena parte de la población catalana, cumplieron su papel de granero de votos de los socialistas catalanes y otorgaron una mayoría clara a la candidatura de Pasqual Maragall. Pese a que la participación fue algo menor que en 1995, el PSC obtuvo su mejor resultado en unas elecciones autonómicas.

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En el Baix Llobregat, la coalición formada por socialistas y Ciutadans pel Canvi superó los 155.000 votos, 56.000 más que en 1995. En porcentaje, la mayoría socialista es todavía más abrumadora en esta comarca: un 48,17% de los sufragios, frente al 31% alcanzado hace cuatro años. CiU, en cambio, pasa del 31,6% de 1995 al 27,65% y pierde casi 8.000 papeletas.El triunfo socialista en el Baix Llobregat es más contundente si se tiene en cuenta que ha sumado 30.000 votos más que en las pasadas municipales, cuando ya pareció que sus resultados alcanzaban cotas superlativas. Estos resultados son extensibles al resto del área metropolitana: en Santa Coloma, la candidatura de Maragall ha obtenido el 59% (un 20,2% más que en 1995); en L"Hospitalet, ha pasado del 35,5% al 55,5%; en Badalona, del 29,6% al 47,1%, y en Sant Adrià, del 33,2% al 51,7%.

Los nacionalistas sólo han resistido el empuje de Maragall en Molins de Rei, Olesa de Montserrat y Sant Just Desvern, además de otras pequeñas localidades. Sin embargo, los socialistas no se han acercado a las cotas que suelen cuando las convocatorias son para las elecciones generales. En 1996, el PSC batió su propio récord al obtener 184.000 votos.

El crecimiento del PSC en el cinturón de Barcelona y el ensanchamiento de la distancia respecto a CiU no se produce, sin embargo, a costa de la coalición nacionalista -sólo pierde cuatro puntos-, sino principalmente por el hundimiento de IC-V. Los ecosocialistas han pagado con creces la bipolarización, por una parte, y la escisión anguitista, por otra. En el Baix Llobregat, IC-V ha pasado del 16% de los sufragios al 4,29%.

Maragall gana también en Barcelona ciudad, donde ha logrado 304.928 votos, el 37,56%. En 1995, el PSC obtuvo el 21,51%. El crecimiento socialista se produce a expensas de todas las demás fuerzas.

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