El 45% de las ayudas a ONG van a empresas, según Greenpeace
Greenpeace acusó ayer al Ministerio de Medio Ambiente de destinar a grupos empresariales el 45% de las subvenciones para la realización de actividades destinadas a la conservación de la naturaleza. Para Greenpeace, estas subvenciones -cuya cantidad total asciende a 39,4 millones de pesetas- adolecen de "preocupantes irregularidades", ya que las bases de las ayudas "establecían la obligatoriedad de que los proyectos fueran presentados por entidades y organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro".Greenpeace menciona organizaciones como la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros, A...
Greenpeace acusó ayer al Ministerio de Medio Ambiente de destinar a grupos empresariales el 45% de las subvenciones para la realización de actividades destinadas a la conservación de la naturaleza. Para Greenpeace, estas subvenciones -cuya cantidad total asciende a 39,4 millones de pesetas- adolecen de "preocupantes irregularidades", ya que las bases de las ayudas "establecían la obligatoriedad de que los proyectos fueran presentados por entidades y organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro".Greenpeace menciona organizaciones como la Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros, Aenor, la Confederación Española de Empresarios de la Madera o la Asociación Nacional de Fabricantes de Pastas, Papel y Cartón, que representan a "sectores empresariales con cifras de negocio importantes y sin necesidad alguna de optar a subvenciones".
Para el responsable de bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, la selección de los proyectos se ha realizado bajo "criterios incomprensibles" y rompe el espíritu de estas ayudas, pensadas, en su opinión, para apoyar a ONG con escasos fondos. Soto recordó que su organización no recibe ningún tipo de subvención pública, pero no descarta iniciar acciones judiciales.
Según Nicasio Guardia, presidente de la Confederación de Silvicultores Españoles (organización que ha recibido 2,8 millones, como Asaja y otros colectivos), estas subvenciones, enmarcadas dentro de la estrategia forestal, se destinarán a desarrollar un protocolo de certificación europea (etiqueta que acredita una gestión sostenible de las talas). Los propietarios de bosques del continente pretenden aplicar un modelo diferente al que Adena preconiza, basado, según ellos, en los bosques tropicales y, por tanto, ajeno a las características de los europeos.