Una campaña cara

En esta campaña, entre los meses de enero y febrero, se produjo un fuerte aumento de los precios del aceite de oliva en origen, que pasaron de 300 a 400 pesetas por kilo. La repercusión de ese aumento al consumidor, meses más tarde, supuso un primer freno en la demanda Durante el mes de agosto tuvo lugar una nueva subida del precios del aceite de oliva en origen, en esta ocasión de unas 25 pesetas por kilo, con lo que se situó en unas 425 pesetas. Este incremento tuvo su origen en el rechazo del olivarero a vender, a la espera de subidas aún mayores ante la expectativa de una próxima cosecha ...

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En esta campaña, entre los meses de enero y febrero, se produjo un fuerte aumento de los precios del aceite de oliva en origen, que pasaron de 300 a 400 pesetas por kilo. La repercusión de ese aumento al consumidor, meses más tarde, supuso un primer freno en la demanda Durante el mes de agosto tuvo lugar una nueva subida del precios del aceite de oliva en origen, en esta ocasión de unas 25 pesetas por kilo, con lo que se situó en unas 425 pesetas. Este incremento tuvo su origen en el rechazo del olivarero a vender, a la espera de subidas aún mayores ante la expectativa de una próxima cosecha con una producción muy baja. Con esos precios en origen, un aceite de oliva, no el virgen, podría tener un precio de venta al consumidor de unas 430 pesetas por litro. En opinión de los expertos, poner un precio inferior sería vender a pérdidas.

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