Rastreo en la costa guipuzcoana para localizar a un pescador

La mar ha vuelto a sembrar el dolor en una familia guipuzcoana. Jesús María Basoco Eizagirre, de 44 años de edad, cayó el martes de una embarcación deportiva que navegó a la deriva y encalló en las rocas de Tximistarri, en la falda de Igeldo de San Sebastián. Al cierre de esta edición los equipos de salvamento no habían encontrado aún al náufrago y continuaban en las labores de rastreo. La imagen que ofrecían ayer las oficinas de Salvamento Marítimo en el muelle donostiarra recordaba a los días de incertidumbre que siguieron a la desaparición del Marero en Pasaia, en la que ocho tripulantes p...

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La mar ha vuelto a sembrar el dolor en una familia guipuzcoana. Jesús María Basoco Eizagirre, de 44 años de edad, cayó el martes de una embarcación deportiva que navegó a la deriva y encalló en las rocas de Tximistarri, en la falda de Igeldo de San Sebastián. Al cierre de esta edición los equipos de salvamento no habían encontrado aún al náufrago y continuaban en las labores de rastreo. La imagen que ofrecían ayer las oficinas de Salvamento Marítimo en el muelle donostiarra recordaba a los días de incertidumbre que siguieron a la desaparición del Marero en Pasaia, en la que ocho tripulantes perdieron la vida. La mujer, la hija y los padres del náufrago permanecían a la espera de una llamada que les ofreciera alguna pista sobre su paradero. La llamada no se produjo y los responsables de Salvamento Marítimo reconocieron que existen pocas posibilidades de encontrar a Basoco con vida. El vecino de San Sebastián, de 45 años de edad, salió a pescar el martes en su embarcación de recreo. Por causas que se desconocen cayó al mar. "Lo que no sabemos es la causa; si tropezó o sufrió un ataque al corazón". El barco, sin gobierno, siguió su rumbo hasta encallar en las rocas de Tximistarri. Salvamento Marítimo recibió pasadas las siete de la tarde la llamada de unos pescadores que habían avistado el Gure Eguzki sin rumbo ni tripulante y salió a la búsqueda del desaparecido. Las tareas se prolongaron hasta las 02.00 y se reanudaron a las 7.00 de ayer. No fue fácil acotar la zona de rastreo. El único dato de que disponían los especialistas era que Jesús Mari Basoco había llamado a su mujer por el teléfono movil sobre las 18,00 horas. Quedó con ella en el muelle para hora y media más tarde, según el responsable de Salvamento Marítimo, Iñigo Rodríguez. Se estableció así, según las características de la embarcación y el tiempo acordado, la hipotética zona en la que podría estar en el momento de efectuar la llamada. Seis embarcaciones y dos helicópteros rastrearon sin éxito durante toda la jornada treinta millas de la costa guipuzcoana, desde donde se encontró la barca vacía, hasta la punta de Higuer, en Hondarribia. Pocas esperanzas Entre los especialistas de Salvamento Marítimo había pocas esperanzas de encontrar con vida a Basoco, a pesar de que la temperatura del agua es más cálida en estas fechas y de que el desaparecido no parece un inexperto en estas lides. Todo apunta a que el tripulante del Gure Eguzki iba tan sólo vestido con un bañador. La Ertzaintza encontró en el barco algunas pertenencias del desaparecido, algo de ropa, documentación personal y el teléfono móvil. Las tareas de búsqueda continuarán hoy y persistirán hasta que así lo decida Protección Civil del Gobierno vasco, según confirmó Rodríguez.

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