El depósito definitivo se aplaza hasta el 2010

España deberá esperar al 2010 para que el Gobierno tome una decisión sobre dónde y cómo se almacenarán los residuos de alta actividad radiactiva de las centrales españolas. En la presente legislatura, el Senado creó una comisión a tal efecto, pero, después de dos años de trabajo, no se alcanzó ningún acuerdo por la falta de consenso, tanto dentro del propio grupo parlamentario popular como con la oposición.Con el aplazamiento, el Gobierno se quita un serio problema de encima, pero la cuestión sigue sin resolverse. El propio Aznar rechazó, cuando encabezaba el Gobierno de Castilla y León, la co...

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España deberá esperar al 2010 para que el Gobierno tome una decisión sobre dónde y cómo se almacenarán los residuos de alta actividad radiactiva de las centrales españolas. En la presente legislatura, el Senado creó una comisión a tal efecto, pero, después de dos años de trabajo, no se alcanzó ningún acuerdo por la falta de consenso, tanto dentro del propio grupo parlamentario popular como con la oposición.Con el aplazamiento, el Gobierno se quita un serio problema de encima, pero la cuestión sigue sin resolverse. El propio Aznar rechazó, cuando encabezaba el Gobierno de Castilla y León, la construcción en Salamanca de un laboratorio experimental que estudiara la viabilidad de un almacenamiento subterráneo de residuos.

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El Gobierno del PP ha descartado de momento la construcción de un almacén geológico, tal y como preveía el IV Plan General de Residuos Radiactivos aprobado en 1994. En su lugar, el V Plan, aprobado el pasado 31 de julio, ha optado por incrementar la capacidad de almacenamiento temporal del combustible gastado en las centrales nucleares.

El aplazamiento de la solución definitiva hasta el 2010 está aconsejado, según el Gobierno, por "la aparición de nuevas tecnologías, como la separación y transmutación", en las que Enresa invertirá 1.200 millones de pesetas hasta el 2003, y "la disponibilidad de soluciones seguras de almacenamiento temporal y el retraso generalizado en los programas internacionales".

Los franceses, con una carga de 5.000 metros cúbicos de residuos para el horizonte del 2020, sí han cogido el toro por los cuernos. El pasado día 6, el Ejecutivo galo aprobó invertir 37.500 millones de pesetas en un laboratorio emplazado entre 420 y 550 metros bajo el suelo del municipio de Bure (Meuse), en el noreste de Francia. La Agencia Nacional para la Gestión de los Residuos Radiactivos (Andra), equivalente a la española Enresa, tiene de plazo hasta el 2006 para presentar al Parlamento los resultados de sus investigaciones, antes de optar por una de las tres alternativas para la eliminación de estos residuos: depositarlos en un almacenamiento geológico profundo, almacenarlos al aire libre en superficie (como el de Trillo), o transmutarlos químicamente en sustancias menos nocivas.

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