Feria de la invalidez es su nombre correcto

Los promotores de la plaza de toros de San Sebastián promocionan su feria como la Feria del Toro. Esto es lo más ajeno a la realidad. Cuando salen por los chiqueros la mayoría de las veces toros sin trapío, sin fuerza, algunos de una invalidez rayan con el descaro, lo primero que viene a la mente de cualquier espectador medianamente imparcial es de que por el aire de la capital donostiarra el eclipse llegó con quince días de adelanto. No cabe mayor obnubilación o ceguera u ojo a la virulé que pueda aguantar lo de Feria del Toro. Claro que bien pudiera ser que alguien cortó de raíz la frase com...

Los promotores de la plaza de toros de San Sebastián promocionan su feria como la Feria del Toro. Esto es lo más ajeno a la realidad. Cuando salen por los chiqueros la mayoría de las veces toros sin trapío, sin fuerza, algunos de una invalidez rayan con el descaro, lo primero que viene a la mente de cualquier espectador medianamente imparcial es de que por el aire de la capital donostiarra el eclipse llegó con quince días de adelanto. No cabe mayor obnubilación o ceguera u ojo a la virulé que pueda aguantar lo de Feria del Toro. Claro que bien pudiera ser que alguien cortó de raíz la frase completa en la que decía Feria del Toro Inválido. Está en la memoria de alguna lectura sabia al definir la propaganda como la transformadora de la verdad. Al menos esa clase de propaganda, ajena al mínimo rigor deontológico de eso que llaman publicidad subliminal. Es posible que esa atribución irreal de llamar a las cosas -y a las reses, en este caso- por lo que no son quizá sea una parte más de ese gran negocio del toro, donde, al parecer, todo cabe .