España y México aconsejaron prudencia al presidente de Venezuela
Las repercusiones internacionales que hubiera desatado una disolución destemplada de las instituciones de Venezuela preocupan al Gobierno de Hugo Chávez y los consejos en contra de algunos países amigos, entre ellos México y España, han contribuido a moderar el impulso reformador del presidente, según fuentes diplomáticas.De forma discreta, y siempre respetando la soberanía de Venezuela, ambos países han transmitido su opinión al jefe del Estado venezolano, en el sentido de que tratase de culminar su revolución sin violentar en demasía la legalidad vigente. De ambos, el presidente venezolano p...
Las repercusiones internacionales que hubiera desatado una disolución destemplada de las instituciones de Venezuela preocupan al Gobierno de Hugo Chávez y los consejos en contra de algunos países amigos, entre ellos México y España, han contribuido a moderar el impulso reformador del presidente, según fuentes diplomáticas.De forma discreta, y siempre respetando la soberanía de Venezuela, ambos países han transmitido su opinión al jefe del Estado venezolano, en el sentido de que tratase de culminar su revolución sin violentar en demasía la legalidad vigente. De ambos, el presidente venezolano parece apreciar especialmente las opiniones del jefe del Gobierno español, José María Aznar, a quien ha citado varias veces en los discursos pronunciados en las últimas semanas. Aznar se reunió durante horas a solas con Chávez en su viaje a Venezuela de hace unos meses y, según las fuentes consultadas de ambas partes, el presidente español le recomendó encarecidamente que respetase con todo escrúpulo la legalidad en el tumultuoso proceso de cambios que vive Venezuela.
Muchas propuestas de Chávez, con todo, se encuentran siempre bordeando las leyes, y la última que levantó recelos entre la menguada oposición se conoció el jueves, en el discurso del presidente ante la convención reunida en el edificio del Congreso. Allí, un tanto oculta por las dos horas y media en las que el presidente inundó de sugerencias a la "soberanísima", Chávez propuso que la Asamblea Constituyente asuma la posición de "constituida" tras finalizar sus trabajos, esto es, que se consolide como el próximo poder legislativo.
De esta forma, el presidente mantendría la aplastante ventaja que le otorgaron los electores el pasado 25 de julio en el nuevo Congreso. Uno de los cuatro únicos asambleístas opositores, Allan Brewer, rechazó esta idea ("no se puede pensar que algo, la Asamblea, sustituya a otra cosa, el Congreso"), y otro, Claudio Fermín, alertó al presidente sobre las tentaciones del autoritarismo, al recordar que el ordeno y mando ha sido lo que llevó al fracaso a todas las revoluciones y los cambios profundos en Venezuela.