Westendorp deja Bosnia
El alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina y exministro de Asuntos Exteriores socialista, Carlos Westendorp, concluyó su misión y regresó ayer a España en el avión del presidente del Gobierno. Westendorp dijo a EL PAÍS que su mayor frustración es que el presunto criminal de guerra serbobosnio Radovan Karadzic siga en libertad.Esta frustración, según Westendorp, responde a "una razón moral, de culpa colectiva, y una razón práctica. Hasta que Karadzic no esté donde tiene que estar, en La Haya, rindiendo cuentas y defendiéndose de sus acusaciones, la comunidad int...
El alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina y exministro de Asuntos Exteriores socialista, Carlos Westendorp, concluyó su misión y regresó ayer a España en el avión del presidente del Gobierno. Westendorp dijo a EL PAÍS que su mayor frustración es que el presunto criminal de guerra serbobosnio Radovan Karadzic siga en libertad.Esta frustración, según Westendorp, responde a "una razón moral, de culpa colectiva, y una razón práctica. Hasta que Karadzic no esté donde tiene que estar, en La Haya, rindiendo cuentas y defendiéndose de sus acusaciones, la comunidad internacional no va a tener la credibilidad suficiente de que esto va en serio". Westendorp espera que el problema se resuelva, aunque recalca que no depende de la autoridad civil, sino de las fuerzas de estabilización (Sfor). El otro problema es el retorno de los refugiados, que no ha alcanzado el nivel deseado: "Espero que a finales de año alcancemos la cifra ideal de 100.000; quedan 200.000 que querrían volver y creo que lo harán, pero de una manera lenta".
Sobre el acuerdo de Dayton, Westendorp opina: "La comunidad internacional puede hacer cosas, pero no todo. No puede hacer milagros. Esto no es un protectorado". No obstante estas carencias, Bosnia "no se parece nada al país que encontré hace dos años".